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Las borrascas también irrumpieron este Lunes Santo en Logroño y arruinaron en este caso una de las procesiones más populares e íntimas de La Semana Santa logroñesa. La Cofradía de la Entrada de Jesús en Jerusalén, tras una meditada y larga media hora de deliberación, ... anunciaba pasadas las ocho y media de la tarde la cancelación del Vía Crucis Penitencial de Jesús Cautivo. Una dura decisión que daba al traste con tres meses de ensayos y preparativos de esta singular, que este año comenzaba en La Redonda y debía recorrer de noche las estrechas calles que conforman el centro histórico más próximo a la concatedral.
Los costaleros y los miembros de la banda de Corneta y Tambores recibieron en el interior con sollozos y abrazos la decisión de la junta de gobierno. Caras largas y gestos que a continuación se repetirían entre las más de 500 personas que aguardaban en con incertidumbre fuera. Unos agrupados con paraguas en la plaza del Mercado y otros posicionados a lo largo de los soportales.
La expectación entre todos ellos fue tal que la Cofradía no quiso defraudar y optó por sacar la imagen del Cautivo, una bella talla que representa a Jesús apresado, al pórtico de Los Ángeles. La figura fue recibida con largos aplausos y el sonido marcial de las cornetas y más tarde de los tambores.
Las campanas de la concatedral daban las nueve. El silencio permaneció hasta que finalmente se retiró el paso, que se exhibió tal cual, sin plásticos para guarecerse. En un principio se planteó procesionar alrdedor de La Redonda, pero tras consultar las aplicaciones meteorológicas y comprobar que la situación iba a empeorar a partir de la nueve, se desechó esta alternativa. La capataz, Idioa Moreno, a cargo de los 40 costaleros del paso, explicó que la opción de cubrir la talla completa con plástica era toltamente inviable. «No se puede cubir entera, es muy grande, además no sólo es el paso, están los tambores y otros elementos que participan en la procesión y pueden sufrir con la lluvia».
Una de las curiosidades de este paso es que fue el primero «a costal» (en él los cofrades procesionan bajo la imagen y no por el exterior). Lleva la figura de un soberbio Jesús Cautivo, cuyo autor es Navarro Arteaga.
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