Una joya de Semana Santa: la Soledad recupera su manto

El manto restaurado, que excepcionalmente volverá a salir a las calles de Logroño en la procesión de El Encuentro, lo mismo que la primera vez que se usó, un 14 de abril de 1949, se ha mostrado este lunes por la mañana a los medios de comunicación y, por la tarde, ya en la inauguración de la muestra 'Hilos de fe', que seguirá estos próximos diez días.

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Además del manto restaurado, la exposición enseñará papeles con peticiones y oraciones a la Virgen que, bajo los adornos del manto, las bordadoras, a mediados de los años 40, fueron las encargadas de guardar.

El hermano mayor de la cofradía de La Soledad, Luis Ducrós, ha mostrado, en la capilla de Los Ángeles, el manto recién restaurado de la Virgen de La Soledad y recordó cómo, hace 75 años, un grupo de cofrades encargó a las Madres Adoratrices la confección de un manto, tarea que llevó cuatro años (1945-1949).

Las inclemencias del tiempo, el paso de los años... El manto se fue deteriorando y, aunque se retocó en el año 90 y después en el año 2009, había que acometer una restauración completa sí o sí, ha señalado Ducrós, quien se ha acordado de su predecesor, Alfonso Ruiz, cuya junta inició el proceso y del restaurador, Sebastián Marchante, de quien ha destacado el trato respetuoso con el manto antiguo, así como el resultado que ha dado su trabajo.

El manto se pagó hace 75 años fue a través de una suscripción popular y esperamos que este año puedan obtenerse donativos para pagar también esta tarea que se ha llevado a cabo y que ha supuesto una inversión de 50.000 euros, en los que también se incluye el manto de transición que se utilizó la Semana Santa pasada. Para ello, la entidad ha dispuesto un bizum con el código 08957 y un número de cuenta ES44 2100 6196 3513 0042 9558.

La pieza restaurada tiene 4 metros de ancho por 5 de largo, pesa unos 35 kilos y su decoración está realizada con la técnica del bordado barroco, que emplea diferentes hilos de oro y elementos metálicos, lentejuelas, torzal, aguas, moteado, canutillos y laminillas, junto a algunas joyas y pedrería.