Visto bueno al avance del Plan General Municipal

Los grupos se fijaron en la necesidad de esta revisión, entre otras cosas, para actualizar la normativa urbanística de la ciudad a todos los cambios legislativos que se han producido en los últimos años y también en la conveniencia de tramitar en el menor plazo posible la contratación de la asistencia que sirva para realizar la modificación del Plan como tal, algo a lo que el Gobierno local se ha comprometido.

A las quejas por los retrasos acumulados, el concejal de desarrollo Urbano, Pedro Sáez Rojo ha argumentado que «no creo que se hayan perdido ocho años, es más, creo que ha sido muy positivo darnos tiempo para alcanzar un documento tan avanzado, para tener esa perspectiva».

Los criterios de actuación en planes de reconversión industrial no han prosperado. La oposición los ha rechazado por entender que no aportan nada nuevo. Un representante de la Federación de Asociaciones de Vecinos, en este caso de la asociación de El Arco, ha expresado la hartura de los vecinos del entorno por la falta de avances en la urbanización de su entorno y ha exigido fechas y planes. En cualquier caso, ha dicho, «vamos a trabajar, déjense de monsergas que retrasen lo que es tan indispensable».

Tras la intervención del representante vecinal, el concejal del área, Pedro Sáez Rojo, ha explicado que se ha establecido una priorización para avanzar en la zona de la avenida de Burgos y en Estambrera y que los siguientes pasos han de ir encaminados a los trabajos de planeamiento. El regionalista Rubén Antoñanzas ha alegado que «no creo que estemos aportando soluciones» a los vecinos, mientras que desde Cs, Julián San Martín ha insistido en que «es un brindis al sol para acallar conciencias». Cambia Logroño, a través de Gonzalo Peña, ha entendido que «no tenemos idea de donde nos lleva» el acuerdo propuesto. Desde el PSOE, Beatriz Arraiz ha considerado que el documento no es necesario, que los acuerdos ya estaban tomados y la votación responde a «politiqueo».

La alcaldesa, Cuca Gamarra, ha achacado a los intereses políticos de los grupos su postura ante este documento que «ha sido trabajado por todos». «Ponen por delante a su partido, pero aquí se trabaja hasta el último día, el 15 de junio», ha zanjado, si bien también ha avanzado que será la Junta de Gobierno quien apruebe el texto.

El convenio de bomberos, por el que el Gobierno regional pone 600.000 euros para el parque de extinción de incendios de la ciudad al año, ha vuelto al pleno. El documento, que ya estuvo en la sesión plenaria en diciembre pero no pasó de la votación de la urgencia de la sesión porque se llamó a los grupos con muy poca antelación, ha retornado con las mismas condiciones, es decir, una cuantía fija y por cuatro años.

El texto ha salido adelante esta vez por la abstención de los grupos socialista, Ciudadanos, Cambia y PR+, quienes han reprochado que no exista una memoria en la que se detallen los costes de los servicios que se prestan. «Les estamos prestando el servicio y nos dicen cómo, cuándo y cuánto. Al menos deberían haber intentado renegociar», ha reprochado la portavoz socialista, Beatriz Arraiz. Desde Cambia Logroño, su portavoz, Gonzalo Peña, ha recordado los reparos que los técnicos municipales, entre ellos, la Intervención, tienen respecto a este convenio, para «el que no hay motivación técnico-jurídica».

El portavoz 'naranja', Julián San Martín, se ha fijado en que el presupuesto municipal incluye, para el parque, tres millones y medio de euros, mientras que, para los otros 48 municipios riojanos, el Gobierno riojano pone 600.000. «Somos los pagafantas», ha apostillado. Y desde el grupo mixto, el regionalista Rubén Antoñanzas ha referido que «aún no sabemos si perdemos mucho dinero o solo un poquito». El concejal del área, Miguel Sáinz, ha insistido en que en 2015 se logró una subida importante y también en que a partir de ahora cualquier grupo de gobierno puede denunciarlo.

El pleno también ha dado el visto bueno a los expedientes para pagar la plaza del Cerrado de Varea, para expropiar suelo para desarrollar un sendero junto al Ebro, para rematar las aceras del 81 al 87 de Vara Rey o para las liquidaciones de las obras del CCR, la Casa de Las Ciencias y el área pacificada del entorno de Gonzalo de Berceo.