«Hay quien no soporta que un peladillo como yo alegre la vida a tanta gente»

-A tu entera disposición lo dejo. Pero mejor Makoki, que es el nombre de guerra y como me conoce todo el mundo. Y trátame de tú, anda.

-¿Y cómo te identifico? ¿Músico, peñista, juerguista, animador...?

-Yo soy promotor festivo. Lo que trato con mi grupo es de animar a la gente para que cante y baile nuestras canciones. A todos por igual, desde niños a abuelos. Y en todas las partes, que la gente cree que sólo actuamos en Logroño pero nos contratan hasta en Galicia.

-¿Preferirías volver a actuar en el cohete en vez de a medianoche en la calle San Matías?

-Estoy orgullosísimo de mi peña y de tocar allí. Lo del cohete se acabó, y si prefieren pagar 15.000 euros para contratar un Dj en vez de a nosotros, que hacemos lo mismo por menos de la mitad, cada uno está en su derecho de programar las fiestas como mejor crea. Faltaría más.

-¿Te dieron alguna explicación?

-Ni falta que hace. Vosotros mismos hicisteis en el periódico una encuesta donde arrasé entre la gente que prefería que yo amenizara el cohete. O eso me dijo un colega en un whatsApp, que no tengo ni puta idea de Internet. En su día sí que tuve un problema con los municipales y a partir de ahí...

-¿Se puede contar lo que pasó?

-No. Pero no por nada, sino porque habría que contar toda la historia completa y ni tú vas a tener espacio suficiente para escribirlo ni yo te lo podría explicar con las palabras adecuadas. El tema es que cambió el gobierno municipal y alegaron que cómo iban a contratar al cohete a uno que había estado en un juicio en el que los abogados de los otros eran precisamente del Ayuntamiento, aunque había sido en Navidad. Pero que no pasa nada. Que te llaman, ahí estoy; que no, pues no vamos y más contentos que chupín.

-Tampoco has vuelto a la carpa de las peñas.

-Lo mismo. Cambiaron los promotores y dijeron que mis conciertos son de botellón y no les interesaba porque la gente no consume. Y eso que antaño llegué a hacer cinco conciertos con la carpa a reventar. Pero ya te digo: tan feliz.

-El tipo de canciones que tocas tampoco te habrá ayudado mucho.

-Qué me vas a contar. Hemos tenido que cambiar letras de canciones que me enseñaron mis abuelos y mis padres y se cantaban en todas las verbenas. Ahora tienes que decir gay donde antes decías maricón aunque no era ni mucho menos por meternos con nadie, sino por el cachondeo. Chorradas, como cuando bajabas del escenario y a alguno que estaba con el móvil le pedías que te pasara con la novia. El show, que se dice. Nunca he tratado de ofender a nadie, y si alguien se ha sentido ofendido, pido perdón de verdad.

-¿Te sientes víctima de estos tiempos de ultracorrección?

-Uno puede ser el mejor del mundo y dar mil actuaciones gratis para asociaciones benéficas, pero un día te pasas y no te llaman más. Eso si no eres Melendi y después de pegar a un tío en un avión haces cien conciertos más. Pero en esta tierra no. Aquí hay quien no soporta que un peladillo como yo, un fontanero mísero, haya sacado cientos de canciones y alegre la vida a tanta gente.

-¿No te dan ganas de hacer las maletas y marcharte a Salou?

-Eso jamás. No lo haré en la vida, y mira que he tenido broncas con la mujer por eso. Vivo para mi peña y para San Mateo. La gente hace la fiesta en la calle, y si no sale ni se le anima, no hay fiestas por muchos días que las quieran alargar.

-¿Quieres añadir algo más?

-Dos cositas. Que la paella de la peña La Rioja es el día 26 y este año tampoco aparece en el programa oficial, que ya es casualidad; y que el 27 toca por la noche un grupazo que se llama R.D.T. En el Ayuntamiento se han equivocado y escriben R.T.D.