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Es uno de esos toreros capaces de parar el tiempo. Atesora el don del temple y sabe torear despacio y con una suavidad excepcional. Hizo su primer paseíllo en La Ribera en 2019 y salió a hombros. Esta tarde Pablo Aguado regresa a la plaza de toros de Logroño en los últimos compases de una campaña que se le está dando especialmente bien.
– ¿Qué supone para usted regresar a Logroño?
– Guardo un recuerdo muy bueno de mi debut. Fue una tarde muy bonita y tengo mucha ilusión por volver aquí.
– ¿Cómo recuerda a la afición de La Ribera?
– Tiene muy buen gusto y mucha categoría. Dicen que las aficiones son siempre en función del sitio. Así que tal y como es Logroño es su afición y de verdad que es una gozada.
– ¿Realmente la feria de San Mateo es tan importante?
– Logroño ha sido siempre una plaza de toros de responsabilidad en la que todos los toreros quieren estar. Ciertamente le damos muchísima importancia a este serial.
– Ya está en la recta final de la temporada, ¿pesa?
– El final de temporada pesa o se queda escaso según como te haya ido el año y en este caso se me antoja corto. Estoy a gusto y afronto ilusionado tardes como esta de tanto compromiso.
– Le siguen muchos jóvenes. Es curioso que siendo un torero fundamentalmente clásico tenga tantos seguidores jóvenes.
– El concepto clásico quizá es más difícil saberlo esperar pero cuando sale es capaz de llegar a todos. Viene una hornada de afición joven que posee predilección por este concepto y es algo que me da mucha alegría.
– También llega a los más pequeños.
– Es muy bonito. Este año como agradecimiento a los jóvenes y, sobre todo, a los chiquillos, hemos llevado a cabo una iniciativa maravillosa en la que hemos regalado capotes a los críos. Luego hemos visto a un montón de chavales jugando con el capote por la calle y es una forma de potenciar esa afición que viene por detrás.
El último capítulo de la feria estará protagonizado por los toros de Fuente Ymbro que serán lidiados por Juan Ortega, Roca Rey y Pablo Aguado. Tanto Ortega como Aguado atesoran el concepto de un toreo sempiterno mientras Roca despliega una tauromaquia vibrante.
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