Los jóvenes dan por inaugurados los 'sanmateos' en el parque del Ebro

La noche empezó floja, muy floja. La lluvia y el frío no invitaban a tomarse unas copas al aire libre. Uno de los policías presentes en el operativo de vigilancia del botellón auguraba que «la noche va a ser muy tranquila, la gente no ha salido por la lluvia». Y es que, a eso de la una de la madrugada apenas había un grupo de diez jóvenes, todos menores de edad, que se resguardaban del temporal debajo del Puente de Hierro. Uno de ellos, comentaba entre risas con sus amigos que «lo gordo vendrá mañana -en referencia al día de hoy-, la gente va a salir desde bien temprano a beber». Una afirmación compartida y temida por los agentes que estaban presentes: «Ya podría caer una tromba peor», finalizaba entre risas uno de los policías.

A las 2.30 horas, momento en el que los bares echan el cierre, algunos grupos de jóvenes comenzaron su peregrinación hacia el parque del Ebro. Sin incidentes, el botellón no se alargó como en otras ocasiones y es que, los jóvenes, querían guardar fuerzas para el día grande de las fiestas mateas. Para esta noche, se espera que el parque del Ebro aglutine uno de los macro-botellones más grandes desde que se tienen registros. Un botellón que no solo reunirá a habitantes de la comunidad, sino que también se espera la llegada masiva de jóvenes ávidos de juerga de otras regiones limítrofes.