Las llamas se apagan, pero los actos continúan

Un final nostálgico, a la par que animado por el dilatado desfile de las peñas. La Quema de la Cuba puso fin este jueves a las fiestas de San Mateo 2024. La festividad que comenzó con mucha emoción e ilusión hace siete días en la plaza del Ayuntamiento con el multitudinario disparo del cohete, culminó en el mismo emplazamiento, pero con un acto menos masivo que el del pasado viernes.

Más allá de las complejas (y no siempre exactas) cifras de afluencia, hubo miles de personas que no se quisieron perder el broche final de estos sanmateos. En esta intensa despedida, las charangas fueron las responsables de amenizar el epílogo festivo con su marcha por el centro de Logroño hasta que, de una en una, se adentraron en el corazón de la plaza consistorial. Allí volvieron a entregarse al máximo con sus pañuelos, luces y megáfonos antes de que la alegría de los asistentes empezara a teñirse de cierta melancolía.

Después de la interpretación de la jota de Logroño, a cargo de las nueve charangas, el presidente de la Federación de Peñas, Daniel Barrón, resaltó que aunque «hace unas semanas la incertidumbre marcaba las fiestas mateas, tras estos días intensos podemos decir que hemos superado la intranquilidad y hemos conseguido reivindicar la tradición, las costumbres, lo sencillo y lo popular (como los chamizos o charangas)».

Tras su intervención, los Vendimiadores, Marta Gil y Marcos Ascacíbar, pusieron fin a una de las etapas más intensas como representantes de la ciudad, título que ostentarán hasta el próximo mes de septiembre. Fue inevitable que se emocionaran. «Se acaban las fiestas y es un momento triste; no queremos que terminen», aseguró Gil antes de apuntar que «ha sido una semana increíble; nos ha dado tiempo a encontrarnos con todos los logroñeses y visitantes. Hemos recorrido la ciudad, bailado y cantado con las peñas y disfrutado de la fiesta desde un lugar privilegiado al que pocas personas pueden llegar».

Su compañero no hizo más que corroborar sus palabras. «Estaba mañana revisaba la aplicación del reloj y me marcaba 82,3 kilómetros en siete días. Del sueño mejor no hablamos..., pero ha merecido mucho la pena ver cómo la alegría y el buen vivir reinaban en cada esquina. No puedo explicar en palabras lo que he vivido esta semana. Ha sobrepasado mis expectativas y lo llevaré conmigo siempre», dijo entre lágrimas. El primer edil logroñés, Conrado Escobar, o el resto de sus concejales, eludieron realizar declaraciones o discursos en un cierre de fiestas en el que se produjeron pitidos por parte de los asistentes.

Pasadas las 22.45 horas, llegó el momento de que los Vendimiadores, junto con el alcalde prendiesen la mecha, que corrió muy rápido. En tan solo cuestión de minutos, las llamas consumieron la cuba y convirtieron en cenizas lo que todavía forman parte de los recuerdos de los logroñeses después de siete jornadas intensas de actos festivos de lo más diversos. A pesar de la melancolía y de la emoción, la barrica que despidió las fiestas no pasó en ningún momento inadvertida.

Esta, según explicaron fuentes municipales, se conformó de un tinanco con uvas que formó parte de la carroza con la que desfiló (y ganó) la peña La Rioja en el certamen del domingo. Una cesión que esta efectuó al Ayuntamiento para pudiese poner fin a estos sanmateos –ya que no contrató la realización de ninguna escultura para la ocasión– que, además, estuvo acompañada por otros elementos decorativos que se encontraban «almacenados» en el Parque de Servicios. Se trató, en concreto, de los peces que el primer edil socialista, Pablo Hermoso de Mendoza, libró de convertirlos en cenizas hace cinco años tras su decisión de indultar la cuba como gesto contra el cambio climático.

Durante esta semana hubo vaquillas, degustaciones, actuaciones musicales y artísticas, concursos, toros y fuegos artificiales que estuvieron impregnados de un gran ambiente. Siete días de ritmo frenético, de pañuelos anudados al cuello, de caras de sueño y de tareas por terminar... que aún no han terminado del todo.

Porque aunque las cenizas han tardado este jueves en apagarse, aún quedan rescoldos que están dispuestos a conservar, de una forma más tibia, la llama de estos sanmateos –que no estuvieron exentos de polémica, de cancelaciones o de cambios de escenario por las precipitaciones– con unos actos posfiestas en los que ya no resulta necesario llevar pañuelo ni estar tan pendiente del programa festivo.

Los más pequeños, de hecho, podrán continuar este viernes con la diversión en la Casa de Andalucía con una de las atracciones más populares de las fiestas, con Tragantúa, y con los hinchables. Para quienes aún les aguante el cuerpo por la tarde, pueden acercarse hasta este lugar para jugar un bingo con Bárbara, reina de la pantaloneta, que volverá a desplegar otra vez todo su arte y su gracia.

Y ya si el estómago permite algún asalto más, pueden acercarse este viernres hasta la plaza Cerrada para deleitar el paladar con una degustación de salchichón a la plancha y tomar parte en una sesión de cine con palomitas. Para los incondicionales de la magia y la música, esta tarde también se desarrollará la interpretación de Jorge Blass, un concierto y la ya citada orquesta en la Casa de Andalucía.

Los actos posfiestas no se quedan ahí. Este sábado habrá una multitud dispuesta a honrar el sentido del olfato y del gusto con la XIV Chuletada y con el asado popular de ternera ecológica al espetón, que irá a beneficio de Cocina Económica. También se disputará el primer torneo de petanca inclusivo. Ya el domingo, se celebrará la misa solemne, ofrenda floral a la Virgen de Valvanera y el último festival de pelota, si bien las barracas estarán abiertas hasta el lunes. Esto sigue, aunque fuera de las jornadas festivas.