Modou Khaby Diop posa junto a algunos de los artículos de cuero que vende en Las Norias. IRENE JADRAQUE
Qué vida esta

El espíritu de los 'hippies'

Artesanía en cuero. Modou Khaby Diop acumula dos décadas de presencia en San Mateo y San Bernabé

Víctor Soto

Logroño

Jueves, 26 de septiembre 2024, 07:26

Hubo tiempos no muy lejanos aunque ahora parezcan pretéritos, en los que la presencia de vendedores ambulantes asociada casi indisolublemente a la feria se convertía en una atracción para mayores y pequeños. Productos exóticos, discos y casetes, camisetas, pins, carteras... Los puestos contaban entonces con ... un aura de lo novedoso, con artículos que solo se podían adquirir en tiendas como Skandalo, en catálogos postales o en ciudades más grandes.

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Ese espíritu se ha perdido casi definitivamente en un mercadillo en la que ahora se puede comprar ropa, camisetas de equipos deportivos, bisutería, las inevitables carcasas de móviles, juguetes 'made in China'... Además, todo está ya en internet, listo para llegar a casa en 48 horas. Aunque quedan algunos puestos que mantienen ese espíritu viajero y diferente. Uno de ellos es el que regenta el senegalés Modou Khaby Diop, vecino de Vitoria, y con dos décadas de presencia en San Mateo y San Bernabé. Todos los días le toca montar y desmontar centenares de bolsos, mochilas, carteras... «Son productos que vienen de Marruecos», explica. «Normalmente se venden, pero este año no. No sé si ha sido la lluvia, pero ha habido poca gente y no va bien», incide este veterano y tranquilo vendedor.

Aunque no hay horarios oficiales, Modou abre diariamente a las 17.00 horas y se mantiene al pie del cañón «hasta la 1.00». Después, recoge parte del material para cerrar el puesto y se queda a dormir dentro. «Siempre toca sufrir mientras trabajas», dice con una sonrisa, quitándole peso a la incomodidad de pasar la noche casi al raso, lo que para él es ya un hábito. Lo que no le ha gustado de este año es que para usar las duchas haya que pagar «5,2 euros al día, cuando antes era gratis». «Hay que cambiarlo», pide.

Tras cerrar cada noche, este senegalés duerme en el puesto: «Hay que sufrir mientras trabajas»

Modou confía en que en la recta final las ventas remonten y dar salidas a sus productos, que destacan desde lejos por sus diseños y también resultan muy reconocibles desde la distancia por el olor. «Es cuero de verdad», explica. Su intención es continuar viniendo a Logroño pero todo depende del balance que haga después de la feria. «Aquí no hay clientes fijos, cada año es diferente y hay veces que va bien y otros no», concluye.

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