Y bendito es el fruto de tu tierra

Este año, sí que sí. La Rioja ha podido cumplir con el tradicional Pisado de la Uva y Ofrenda del Primer Mosto a la Virgen de Valvanera, que tras procesionar desde la Concatedral de La Redonda ha llegado hasta la Concha del paseo del Espolón de Logroño. El acto institucional ha reunido al mediodía, como de costumbre, a una amplísima representación de la sociedad riojana, encabezada por la jefa del Ejecutivo regional, Concha Andreu, quien por segunda y última vez en este mandato (en 2020 se suspendió por la pandemia y en 2021 se limitó a la misa en La Redonda) ha presidido una ceremonia fiel a su acervo, en la que los pisadores, los primos Urdiales, han vuelto a exprimir el mosto de la vendimia 2022 con racimos de uvas llegados de todo el terruño regional.

Una vez que la presidenta y los vendimiadores mayores han extraído el mosto, el obispo de la Diócesis de Calahorra-La Calzada-Logroño, Santos Montoya, lo ha bendecido. Para él esta ha sido su primera ofrenda a la patrona de La Rioja el día de San Mateo desde que accedió al cargo. En declaraciones a la prensa, Montoya la reclamado la retirada de la imagen de unos danzadores bailando sobre un altar que aparece en el último vídeo promocional de Turismo, pese a que la presidenta confirmó ayer que la Comunidad no tiene previsto hacerlo.

En su discurso, Andreu ha entrado de lleno en la polémica generada por la aspiración de diversos productores para crear la DOP 'Viñedos de Álava'. EN concreto ha defendido la unidad de la Denominación de Origen Calificada Rioja «que nos ha hecho fuertes y distintos, y nos ha hecho absolutamente inconfundibles en el escenario vitivinícola», y ha reiterado que de esa unidad depende «la originalidad de cada vino nuestro», a la par que ha pedido que en este tema «nadie se engañe, ni confunda a nadie».

La presidenta ha hecho un paralelismo entre entre vid y vida, destacando que el vino «constituye en sí mismo, en su cuerpo y en su estructura, una lección vital, completa, imperecedera». En su opinión es «es el arte de madurar, como intentamos que también lo sea el curso de nuestras vidas». «Un arte de la espera de cada cosecha» en la que se producen «momentos de incertidumbre» como los vividos por el COVID y la crisis económica y social que desató y el frenazo de la recuperación provocado por la invasión de Rusia sobre Ucrania, que «ha vuelto a poner en jaque las economías, relaciones y equilibrios internacionales».

Así, la jefa del Ejecutivo ha recordado que, tras dos años de pandemia, los riojanos han conseguido «renacer y reinventarse, algo que consigue el vino cada año». Han sido dos años en los que «no ha cesado la intensidad del trabajo y del pensamiento sobre el vino de Rioja y, sobre todo, lo que nos vincula a su destino, como fruto, como emblema y como industria».

A su juicio, la reinvención del futuro del Rioja va asociada «a una reinvención de nuestros proyectos como región de España, pero también –y esta perspectiva se viene consolidando de una manera incontestable, irreversible y gozosa– como uno de los viñedos, es decir paisajes, capitales del mundo» de forma que considera que «pensar el vino es una forma esencial de pensar La Rioja».

Andreu ha asegurado que la recuperación económica «hay que escalarla con medidas, cuidado y una mirada completa a nuestro alrededor» al tratarse de un asunto de índole global. «Siendo conscientes de la complejidad de la situación general, que influye en el sector junto a otros factores de mercado y macroeconómicos, tenemos razones para renovar e incentivar el compromiso con el vino, desde la sociedad riojana y desde su gobierno. Porque no solo tenemos una responsabilidad con su presente, sino con su futuro, que, a su vez, será el vino que heredarán las nuevas generaciones», ha indicado.

Con todo, la presidenta ha animado a «convertir la tradición en una vocación de modernización integral, que potencie todas las dimensiones del vino, aplicadas a los nuevos formatos que permiten su proyección, conocimiento y comercialización, y la conexión con la red enológica mundial: el enoturismo, la I+D, la formación tecnológica, el emplazamiento estratégico, el impulso competitivo». Y cree que «nada de esto sería esencial, sincero, si no estuviera sustentado por el amor, el respeto y el trabajo de siglos (…) que dotó de personalidad a nuestro vino».

Andreu ha mostrado su satisfacción por el hecho de que «ya somos un referente puntero del panorama actual del vino» y ha afirmado que en 2023 «seremos su epicentro cuando La Rioja acoja la celebración de la 7ª Conferencia Mundial sobre Enoturismo de la Organización Mundial del Turismo (OMT)» que nos convertirá en «anfitriones de tan importante cita mundial, la máxima, dedicada al protagonismo de las calidades del vino en el enriquecimiento de la oferta turística y, por tanto, del descubrimiento cultural, histórico, gastronómico y lúdico de las regiones que lo producen y cuidan». «Será una gran oportunidad para ahondar en el alcance de nuestros vinos y en el conocimiento mundial de nuestra región. Será un honor que ostentaremos tras Georgia, Argentina, Moldavia, Chile, Portugal e Italia», ha dicho.

Andreu ha terminado su discurso deseando «un buen año» a todos los riojanos, entre ellos a «los que viven en Hispanoamérica o en otras latitudes, y a los que ahora sentimos más cerca que nunca», y lanzando un viva por el Rioja y por las manos que las hacen posible«.

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