Secciones
Servicios
Destacamos
Las fiestas de San Mateo de Logroño también cuentan con un concurso de disfraces. Se celebró en la noche del miércoles en el Espacio Peñas 2.0, aunque en el programa se anunciaba como conciertos de bandas tributo a Nirvana, Foo Fighters, Green Day y ... Offspring. Quizá lo más insólito de todo es que, en realidad, las cuatro bandas son la misma: American Rock Punk. No son los únicos, otros tributos ya venden las actuaciones de Marea, Platero y Tú y Extremoduro con los mismos músicos toda la noche sobre el escenario y solo cambiando al cantante. Fue el caso de American Rock Punk, que en realidad es un festival itinerante de bandas tributo. Quizá, ya, lo que faltaba.
Juan Luis Acebo, guitarrista de todos los capítulos de la noche, abrió el cartel liderando el tributo a Nirvana llamado Neverminders -normalmente, encima, los nombres son horribles- y emulando en el aspecto físico a Kurt Cobain. ¿Qué pensaría si viera esto un músico que se suicidó en el cénit de su trayectoria musical pegándose un tiro con una escopeta? Se dice en los ámbitos investigadores que copiar a uno es plagio, mientras que copiando muchos se puede hacer una tesis doctoral. Componer, crear, es al fin y al cabo una labor cuajada de múltiples influencias. Eso podría ser una orquesta. En cambio, copiar de una misma fuente continuamente… Lo más curioso, tal vez, sea que los propios músicos de estas bandas suelen tener otros proyectos paralelos, más personales. ¿Y si alguien hiciera un tributo de esos grupos propios, qué pensarían?
En cualquier caso, el Espacio Peñas 2.0 acogió una entrada mucho más floja que otros años, si bien es cierto que el viernes actuarán otras de Extremoduro, Barricada y La Polla Records. En el turno de Suburbia (Green Day), el cantante también se vistió, maquilló y tuneó su guitarra como Billie Joe Armstrong para soltar, de pronto: «All right! All right! ¿Cómo estamos, Logroño?». Curioso que, al final, probaron con un megáfono y no les funcionó, así que en su lugar el cantante tocó la armónica. Finalizó, aparentemente, el repertorio y el público pidió más. «¡Si no os sabéis ninguna más de Green Day!», dijo. Y tal vez la única que se sabía el público era la que todavía no habían interpretado y supuso el cierre: 'Basket case'. Juan Luis Acebo, en una entrevista concedida a Diario LA RIOJA, llegaba a situar su tributo por encima del original: «Esos conciertos de cierto postureo en los que ves al artista allá a lo lejos y sólo sabes que es él porque aparece en una pantalla gigante. El tributo tiene en ese sentido el plus de la cercanía, de envolverte en esas canciones que son tan importantes para ti y los que tienes al lado». Impresionante.
Finalizó la jornada Smash, el tributo a Offspring. En comparación con el original, sin preámbulos: hicieron el ridículo. Solo cabe señalar como positivo haber podido recordar aquellas noches adolescentes en el Mi Amigo o La Iguana de La Zona botando con canciones como 'Pretty fly', 'Self esteem', 'Come out and play' y, sobre todo, 'Gotta get away'. Nada más, solo el recuerdo. Aquí sería complejo señalar qué fue lo peor, si que se refirieran al cantante original, Dexter Holland, como si estuviera muerto («¡Mira qué cantaba alto, qué agudo!», como justificando lo que el imitador no podía hacer), o que el cantante actuara en chándal.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.