«Actuamos con educación y nadie se mete con nosotros»

Tras contribuir a dejar la plaza del Ayuntamiento como si no hubiera vivido disparo de cohete alguno, Raúl Lajarín nos acerca a la labor de quienes velan por un Logroño limpio todo el año y, muy especialmente, durante las fiestas grandes de la ciudad.

– ¿El disparo del cohete es el peor trago de los sanmateos para ustedes?

– Sí, porque empezamos por la mañana y terminamos tarde, y se tiene que movilizar todo el dispositivo de la empresa. Por la plaza del Ayuntamiento hay que pasar varias veces hasta que queda poca gente, y es entonces cuando nos cunde más el trabajo.

– Aunque atrás quedó el cohete sucio, ¿qué es ahora lo más complicado de limpiar?

– El cartón, como el de los paquetes de tabaco, porque se pega mucho al suelo, la máquina no lo arrastra bien y hay que quitarlo a mano. Los plásticos, sin embargo, se limpian enseguida y en cuanto a las botellas de vidrio, aún se ven bastantes.

– Este año se ha intentado promover el uso de la bota de vino en el arranque de las fiestas. ¿Lo han notado?

– Había menos plástico y también he visto bastantes botas en el suelo, se ve que la gente las usa y las tira.

– ¿Qué se ha llegado a encontrar en la plaza del Ayuntamiento tras el cohete?

– Esta mañana (por ayer) me he encontrado al menos ocho o diez bragas alrededor de unas botellas. Pensé en alguna cuadrilla de chicas que se las había quitado, porque otra cosa no se me ocurre.

– En el chupinazo, Logroño Limpio funciona como un batallón de cien personas perfectamente engrasado. ¿Cuál es la táctica para la limpieza de la plaza consistorial y sus alrededores?

– Primero pasamos nosotros para recoger los bultos grandes. Luego lo hacen las máquinas y finalmente recogemos la suciedad más pequeña que las máquinas no arrastran, como los paquetes de tabaco o cartones de tetrabrick pegados al suelo. Siempre hay dos o tres capataces que nos marcan en qué dirección nos tenemos que mover.

– ¿Hay respeto hacia su labor o tienen que aguantar a mucho gracioso y ebrio?

– Nosotros actuamos con la máxima educación y la gente no se mete con nosotros.

– ¿Alguna anécdota trabajando en fiestas?

– Muchas... Por ejemplo, el año pasado, después del chupinazo, entré con el vehículo en la calle Portales para poner contenedores para una degustación y una chica se me metió en la cabina de la furgoneta diciéndome que quería dormir. Le contesté que mejor se iba a su casa a dormir.

– ¿Los puntos negros durante los sanmateos en cuestión de limpieza?

– La plaza del Ayuntamiento, Portales y el casco viejo. Y ahora que han llevado el espacio peñas a la zona de la plaza de toros, supongo que también ese.

– Trabajar duro mientras la mayoría disfruta de la fiesta ¿fastidia o alivia?

– Mientras eres joven fastidia, pero cuando tienes unos años casi estás mejor trabajando que de fiesta.

– Supongo que estos días tendrá sus momentos de ocio. ¿De cuál va a disfrutar más?

– Un día iré a los toros y también me gusta ir con mi mujer a ver los fuegos artificiales, pero tampoco mucho rato por la noche porque nosotros madrugamos mucho.

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