San Bernabé vuelve a casa

Terminadas las fiestas, la imagen de San Bernabé ha vuelto al comedor de la Cocina Económica, donde pasará el año, hasta las próximas celebraciones patronales. Distintos miembros de la Corporación se encargaron de ir dejando, en procesión, las imágenes en su sitio y, de paso, ir cerrando este capítulo festivo de la capital.

Esta vez, el final se ha resistido un poco más. Este lunes aún había mercado renacentista y programación teatral infantil pero, claro, los críos estaban en el colegio. Por la tarde hubo algún pase más. Incluso el programa recogía actividad en el campamento de la milicia logroñesa que, finalmente se había levantado. No en vano, lo que quedó de fiesta tuvo que convivir con una jornada laboral normal en la ciudad de Logroño.

Pese a ello, la degustación de toro guisado que prevé el voto de San Bernabé contó con una cola más que notable. Así, la Federación de Peñas de Logroño tuvo que fajarse lo suyo para dar de comer a tanto vecino que, pese a que la oferta de viandas ha sido notable estos días, aún quería tomarse el último plato. El guiso se había elaborado con 180 kilos de carne, 30 kilos de cebolla, 30 kilos de guisante, 30 de zanahoria, 30 de champiñón, un kilo de ajo y 5 litros de vino blanco, de manera que pudieran servirse entre 1.000 y 1.200 raciones, lo normal de cada año.

Durante el acto, el alcalde, Conrado Escobar, se mostró satisfecho del desarrollo de las fiestas de San Bernabé, si bien entendió que todo tiene margen de mejora. El primer edil hizo especial hincapié en «la normalidad» y en «la variedad de actividades, que ha permitido que todo el público que haya venido, sobre todo el familiar, haya tenido espacio para disfrutar», porque, como ha incidido «Logroño ha bullido en el mejor sentido». Por fin, destacó «el esfuerzo de la gente que no se ve» para que todo salga bien.