Misceláneo San Bernabé

La jornada sabatina de las fiestas de San Bernabé ha tenido dos caras, una luminosa, soleada y agradable por la mañana, y otra oscura, desapacible y lluviosa por la tarde. Desde primera hora del sábado se han reabierto los mercados en el casco antiguo y el campamento en el parque del Ebro que recrea la milicia logroñesa durante el asedio francés de 1521. En el parque del Ebro, sobre todo los niños atendían con curiosidad las explicaciones de los miembros de la Asociación Riojana de Esgrima Antigua sobre cómo se empleaban las armas de la época, aunque al vez los que más éxito acaparaban eran dos hermosos caballos. Los voluntarios de las Guardias de Santiago y Héroes del Revellín recrean aquellos días llenos de mitos con una calma que parece lo más irreal de todo.

Muy cerca, en el entramado de calles alrededor de la iglesia de Santiago, en el cogollo de lo que era Logroño en aquella época, se suceden los puestos de, sobre todo, alimentos y bebidas, porque los de artesanía se concentran en la plaza del Mercado. Precisamente allí se mezclaban este mediodía los voluntarios de las fiestas de San Bernabé disfrazados del Renacimiento con los invitados a una boda que se celebrada en la concatedral de La Redonda, sin aprecia quién llamaba más la atención. También pasaban algunas despedidas de soltero, como ya es habitual, uniformadas. Y para completar la miscelánea, la macedonia, la fiesta global, un cantante africano ofrecía sus canciones, con muy buena voz, en la calle Portales por la voluntad, aparentemente solo atendido por la que parecía su esposa, que le daba indicaciones sobre el repertorio.

Logroño hervía, las terrazas de los bares estaban llenas y para transitar con prisa con las calles del centro había que serpentear para sortear a los paseantes. Durante la mañana se han sucedido los actos, como el cuentacuentos 'Kaskabelia', las degustaciones de la Casa de Aragón y el Centro Cántabro, el concierto folk de Upsala y Mermicolion… También la denominada 'Comida de los Humildes' recuperada en la Cocina Económica, en la que el alcalde de Logroño, Conrado Escobar, junto a algunos de sus concejales, ha compartido mesa con vecinos de la localidad.

Otro devenir ha sufrido la programación por la tarde cuando, a partir de las 17.30 horas, ha empezado a llover. El VIII Festival Folklórico Infantil 'Ciudad de Logroño' previsto en El Espolón se ha trasladado al auditorio municipal. Al evento acudían participantes de Valencia, Toledo y Portugal, además del Grupo de Danzas de Logroño y, en lugar de desfilar, han tenido que conformarse con actuar bajo techo en el Ayuntamiento. El resto de actos se mueven entre la incertidumbre por la lluvia y la presumible tormenta, y la normalidad, como el reconocimiento al periodista y escritor Marcelino Izquierdo de la Cofradía de San Bernabé en el Centro Cultural Ibercaja o la Gala del Folklore de La Rioja en Riojaforum. Eso sí, el Concejo Abierto de la Ciudad de Logroño tal vez tenga que quedarse sin desfile y reducirse al acto en la iglesia de Santiago.

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