Á. A.
Miércoles, 8 de junio 2016, 18:20
San Bernabé tenía la necesidad de una cofradía para ser portada. A mediados del XIX, los diáconos de la concatedral, con la ayuda de monaguillos, eran los encargados de sacar la imagen en procesión. Luego la tradición pasó a manos de logroñeses con cierto renombre en la ciudad... Llegó a ser una señal de prestigio, limitada a unos cuantos, que obligaba incluso a echar una solicitud para poder ser portador y acompañante. Con el tiempo este afán se diluyó y pasó a ser una peña la encarga de portar a San Bernabé, hasta que llegó un momento, como explica Elías del Río, en que, pasado el furor, ya faltaban voluntarios para llevar al santo, «así que dijimos ¿porqué no creamos una cofradía para que salga con dignidad? Dicho y hecho. El 11 de junio del 2005 se gestaba, una vez terminado los actos procesionales y, con el alcalde Julio Revuelta de testigo, la Cofradía Logroñesa de San Bernabé.
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Una de las primeras funciones fue recuperar el traslado procesional de San Bernabé desde la Cocina Económica. «En vísperas, la acercamos al tradicional reparto de fresas (este año a las 13,15 h. en Juan Lobo) y luego continuamos con un paseo lúdico hasta El Revellín. Antes de la Cofradía, la metían los funcionarios en un saco y la transportaban en una furgoneta hasta el lugar de la celebración. Ahora nosotros hacemos un traslado más o menos procesional, en una urna de metacrilato que encargamos para que no se estropee», resume Del Río.
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