Secciones
Servicios
Destacamos
Cinco meses. Recién cumplidos. Lejos quedan los primeros días de mayo cuando comenzó a instalarse el vallado perimetral que anunciaba las obras. Las tan esperadas obras. El proyecto de reforma integral del IES Sagasta, contra viento y marea, se dio por oficialmente iniciado unos ... días antes, el 25 de abril, y todo este tiempo después se sigue el plan de trabajo previsto y aprobado en su día. Así lo ha confirmado la nueva consejería de Educación y Cultura del Gobierno regional a Diario LA RIOJA, que ha podido visitar el histórico y centenario instituto de educación secundaria.
Redactor y fotógrafo, acompañados por Miguel Fernández Rueda, arquitecto responsable de la rehabilitación, y personal de la UTE adjudicataria, formada por Dragados y Calidad, Organización y Vivienda, han comprobado de primera mano la marcha de las obras y han podido confirmar lo que desde hace un tiempo se dejaba ver desde las numerosas ventanas y puertas abiertas: que el Sagasta, tal y como lo conocíamos, ha sido vaciado casi por completo.
«Se han desarrollado sólo un 15% de las obras por lo que falta lo más sustancial por hacer: estructura, forjados, instalaciones, cubiertas, carpinterías... etc., que se hará a partir del mes 15 de los trabajos», precisan desde la Administración regional, desde donde, tras el cambio de Gobierno, añaden que «se retrasó el comienzo puesto que no se dispusieron de los permisos para la entrada de camiones y maquinaria en Duquesa de la Victoria hasta que se llegó a un acuerdo con el Ayuntamiento de Logroño». A ello se le han sumado problemas como que «entraron a robar a las obras, pero sin mayores consecuencias».
La visita al interior se lleva a cabo adoptando todas las medidas de seguridad. No en vano, y según se nos advierte, «transitar por el interior del edificio ahora mismo tiene mucho riesgo para las personas no autorizadas». La caída de cascotes aquí y allá no deja lugar a dudas. «Se están haciendo los derribos internos, excavaciones y apuntalamientos. Una vez afianzados los derribos y demoliciones (sexto o séptimo mes de obra), se comenzarán con los movimientos de tierra y se construirá la nueva estructura y cimentación».
La explicación oficial llega de la Consejería y se ajusta a lo que es fácilmente comprobable nada más atravesar la puerta de entrada, la de la fachada principal de la Glorieta del Doctor Zubía. Nada más acceder al otrora vestíbulo principal, con la escalinata de acceso al fondo, un vistazo a izquierda y derecha da una idea de lo que se cuece en el resto. A un lado, aparece inmensa la sala de estudio, diáfana, el espacio original, mejor dicho; y al otro, un hueco similar que hasta hace unos meses ocupaba la biblioteca, que ha sido retirada para ser restaurada en taller y volver a ocupar su sitio. El vaciado de ambos espacios deja a la vista la estructura original del edificio proyectado por Luis Barrón, incluso restos del antiguo convento de Carmelitas donde se levantó tras su derribo, a caballo entre el siglo XIX y XX. Trazas de murallas e incluso suelos embaldosados son prueba de ello... Junto a otros hallazgos más modernos y posteriores como la presencia de una chimenea, o hueco de estufa, en la pared norte de la citada biblioteca.
«La primera fase ya deja ver esa historia oculta del edificio... y es que al desnudar y descarnar las paredes en busca de la estructura y espacio originales aparecen estas pequeñas cosas, como puertas abiertas y cerradas de cuya existencia no había constancia», explica el arquitecto, quien añade que de esa primera fase forma parte el proceso de estabilización del conjunto en el que se trabaja a la par actualmente. Con estancias y más estancias apuntaladas, parece claro el proceso al que se refiere Fernández Rueda. Tanto los vaciados como su estabilización resultan complicados por las propias características de las áreas resultantes. Apenas puede entrar maquinaria, y prácticamente se está haciendo a mano. Desescombrar no es nada fácil y los cascotes se amontonan en zonas vacías y se retiran poco a poco... vía 'dúmper'.
Dos grandes grúas, una por patio, se mueven durante la visita de Diario LA RIOJA, marcando el ritmo de la rehabilitación. «No se vacía entero, ni mucho menos... pero la crujía sur se levanta nueva pues se meten tres pisos de aulas (baja más dos), con entrada y salida por Duquesa de la Victoria», recuerda el arquitecto ya en la parte alta, donde parte de la cubierta, rehabilitada entre 1996 y 1997, será aprovechada... El cielo, eso sí, se deja ver entre las cerchas metálicas ya despejadas.
Tal y como se dijo, no se trata de una rehabilitación ordinaria pues hay elementos que hacen único este instituto. Los trabajos, en total, se prolongarán durante 30 meses; y costarán 21,3 millones de euros cofinanciados, eso sí, por los fondos FEDER, dentro del Programa Operativo de La Rioja 2014-2020. Los alumnos que regresen al Sagasta dentro de varios cursos «encontrarán cosas que no conocían», y que la remodelación sacará a la luz, y otras «que no estaban», dentro de unas obras cuya principal función será «mantener la esencia del Sagasta».
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.