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Una serie de robos continuados está alterando en las últimas semanas la vida en el tranquilo barrio de Yagüe. Sus vecinos, concretamente los de las calles Málaga y Lugo, donde se prodigan las casas con huerto y jardín y unifamiliares, han denunciando ante ... la policía seis asaltos diferentes en el último mes y medio. La mayoría de las veces han sido de noche y siempre cuando los propietarios se encontraban fuera, lo que les ha acrecentado la sensación de sentirse vigilados.
Rosa es la dueña de una de estas viviendas situadas en las conocidas como 'casas bajas', en el entorno del antiguo colegio de Yagüe, y, según relata, en poco más de un mes han entrado en tres ocasiones, la última vez el pasado 1 de abril. No se olvida de la fecha porque era Domingo de Resurrección y ese día aprovechó para ir a Logroño por la tarde. A la vuelta se encontró la puerta del jardín abierta y todas las ventanas abiertas. Cuando entró dentro, fue cuando comprobó el gran estropicio. No rompieron nada pero el corazón le dio un vuelco cuando vio por los suelos objetos personales «de incalculable valor emocional». Entraron por la ventana del baño, la forzaron y luego fueron por cada habitación. «Se ve que eran poco lectores, porque tengo la casa llena de libros, pero se llevaron dos pulseras y un anillo de oro, tuve suerte de que ese día no tenía dinero», relataba ayer sin perder el humor, aunque reconociendo que el miedo se ha apoderado de ella.
A mitades de febrero ya había recibido la visita de los cacos, fue durante dos días consecutivos, aunque entonces se limitaron a llevarse lo que encontraron a primera vista en el jardín: una colección de jarrones de barro antiguos y un barreño bañado en cobre, «que les pareció interesante». «Entraron un sábado y se ve que dejaron algo pendiente y volvieron el domingo...».
Rosa | afectada
El mismo 'modus operandi' se repitió en la casa de Susana. Tampoco hubo destrozos, pero sí revisaron los sitios de guarda tradicional, como los cajones y los armarios que encontró revueltos y tirados por el suelo. Todo ocurrió durante un fin de semana que se encontraba ausente. No guardaba dinero. En su caso se llevaron la televisión, dos anillos y dos pulseras de oro y, algo muy especial: una guitarra clásica «que les debió entrar por el ojo» y cuyo valor era haber sido un regalo muy especial de su padre. El suyo ocurrió quince días antes del asalto a Rosa y coincidiendo con otros dos robos registrados en otros dos unifamiliares de la vecina calle Lugo, de donde se llevaron también joyas y un ordenador. En una de las viviendas destrozaron una de las persianas para poder acceder al interior.
No es la primera vez que los ladrones actúan en esta zona de Yagüe. Los asaltos se vienen repitiendo desde hace dos años, aunque los robos se vienen cebando con esta zona de 'casas bajas', donde no es difícil encontrar testimonios de propietarios que han visto cómo sus casas eran totalmente desvalijadas. A pesar de que han presentado denuncias ante la policía, «nunca han recuperado nada», sostenían ayer, al tiempo que, sobre los autores de los asaltos, mantenían división de opiniones. Están los que sospechan que tiene que ser alguien del barrio, «porque se conocen nuestros horarios y, sobre todo, son conscientes de la facilidad de pasar de una vivienda a otra a través de los jardines interiores». Por otro lado, está la opinión de quienes creen que «no puede ser gente nuestra, es gente con experiencia: actúan con guantes y protecciones para no dejar huellas...».
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