Una riada de vandalismo en los parques de las riberas

Un paseo de mañana de domingo para comprobar los excesos de la noche del sábado. Y un lunes, justo cuando la ciudad retoma la actividad diaria finalizado el fin de semana, para hacer balance de los daños y acometer las reparaciones. Logroño sufre con demasiada frecuencia una riada de vandalismo en los alrededores de sus ríos, siendo los parques de La Ribera, junto al Ebro, y del Iregua, junto al afluente del mismo nombre, los más castigados.

El último caso se registró durante este Carnaval, dejando varios bancos de granito rotos, otros tantos pintados, y varios tramos de barandilla de madera partidos y tumbados. Una lista de destrozos que ayer estaba siendo completada pero que apuntaba larga y extensa. «No menos de 10 bancos afectados y varias decenas de metros de barandilla», informa al propio Ayuntamiento un viandante que daba cuenta del incidente.

Medio Ambiente, que ya había detectado con anterioridad este tipo de actos incívicos, ha dado aviso a la Policía Local para que intensifiquen la vigilancia en determinadas zonas tras contabilizar daños y destrozos en los parques del Iregua y de La Ribera, además de en el de El Arco –con casi un centenar de postes afectados en el del Camino de Santiago en su día–.

Inspectores municipales estudiaban este lunes el alcance de lo sucedido –más de otro centenar de postes entre verticales y horizontales– y, tras analizar los desperfectos, procederán a sus reparaciones y arreglos tan pronto como sea posible. «En algunos casos, como volver a colocar el granito superior de los bancos, no se tardará mucho; otra cosa será reemplazar alguna pieza rota... De la misma manera, las barandillas se levantan sustituyendo los postes oportunos...», explica José Manuel Zúñiga, concejal de Medio Ambiente.

El edil de Unidas Podemos (UP) lamenta la frecuencia de actos vandálicos de este tipo y explica que a las fuerzas y cuerpos de seguridad local les resulta difícil pillar 'in fraganti' a los autores de los mismos. Zúñiga, sin embargo, recuerda que sí que ha habido identificaciones y se está a la espera de resoluciones. Así, la Policía Local denunciaba hace apenas unas semanas a tres jóvenes por realizar pintadas en las fachadas del Seminario y en las marquesinas de autobús situadas en la zona este de la capital.

«No podemos dejar de insistir en que la ciudad es un apéndice de nuestra casa, y que por tanto tenemos que cuidarla porque no es ya como si fuese nuestra, ¡es que es nuestra!», advierte consciente de que la solución al problema pasa por la concienciación. Desde el Ayuntamiento se recuerda que la factura del vandalismo conlleva un elevado coste para las arcas municipales, por lo que se pide una vez más la colaboración ciudadana al respecto.

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