El Revellín, 40 años después

Las Murallas del Revellín son los restos de las fortificaciones que tuvo Logroño, de las que se conservan la puerta y el Cubo, convertido en uno de los «símbolos más reconocidos» de la ciudad gracias a una magnífica obra de recuperación no muy lejana en el tiempo, que rejuveneció su aspecto.

De hecho, como se ve en la imagen, hace casi 40 años su aspecto estaba muy descuidado, a diferencia de su imagen actual, más saneada y armónica, y con la actual tarima de madera que rodea y decora la construcción. Como aquel 1521, este enclave es estos días el punto neurálgico de Logroño. Su puerta acogerá hoy los 'banderazos'.