Una residencia de mayores, de «alto nivel», junto al Espolón

La Mutua General de Seguros transformará el edificio de su propiedad de María Zambrano, 6 (esquina con avenida de Portugal) en un centro residencial de mayores. Para su adecuación, el inmueble –ocupado al 50%– se someterá a una rehabilitación integral, tanto en el interior como en la fachada, aunque tardarán en iniciarse los trabajos por el retraso que ha supuesto la irrupción de la pandemia respecto a los planes iniciales.

Como ya publicó este periódico en su día, la aseguradora empezó a notificar hace dos años a los inquilinos a los que les vencía sus contratos que la idea era vaciar el inmueble, para darle un destino que entonces estaba aún por determinar. Ahora ya se puede confirmar que el edificio dará paso a una residencia, de entre 85 y cien plazas, y con un diseño «muy moderno y funcional». Bajo la firma MGS Senior, la sociedad quiere desarrollar un concepto clásico de residencia geriátrica, aunque con «una filosofa de calidad alta», de acuerdo al modelo estándar que ya están desarrollando en otras grandes urbes como Madrid o Barcelona, donde la aseguradora ha apostado por incorporar instalaciones como cafetería, centro de día, sala de fisioterapia, centro médico o amplias zonas de jardines.

Germán Martínez, responsable de Comunicación de MGS Seguros, confirma a este diario los planes que la aseguradora tiene para uno de los edificios más reconocibles del centro de Logroño. «El proyecto existe, es un proyecto sólido, será una residencia de carácter urbano, no masificada, de buen nivel asistencial..., nuestro objetivo es cubrir una necesidad que se ha detectado en el centro urbano de Logroño».

Lo que no existe, de momento, es una fecha de inicio de obras por la situación de crisis sanitaria. «Se ha retrasado todo, ahora mismo estamos en 'stand by'. Pero lo que sí se puede confirmar es que la residencia se va a construir. Tendrá unos espacios interiores muy agradables para la convivencia de las personas mayores y sus familias, con el aliciente de estar en el corazón de Logroño».

El número 6 de María Zambrano, (antes Víctor Pradera) cuenta con cuatro bajos comerciales (solo sigue Cafetería Iturbe, una administración de lotería y una de las oficinas de la propia aseguradora), una entreplanta y siete pisos. Desde que se inaugurara en 1968 ha estado ocupado por oficinas (despachos de abogados y constructoras sobre todo) y viviendas particulares. «No tenemos prisa, no es un proyecto en el que queramos correr. Es un planteamiento a largo plazo y no queremos presionar a nadie, queremos que las cosas acaben de manera favorable para todos», afirma el responsable de Comunicación de MGS.

En la actualidad, más de la mitad del inmueble se encuentra sin inquilinos. Inmobiliaria Aransa fue una de las últimas en abandonar los bajos comerciales. Casi todos ya saben que no habrá opciones de seguir (hay alquileres hasta 2021), pero algunos vecinos todavía se aferran a la ilusión de que todo quede en un rumor. «Soy vecino de toda la vida, y se habló de esto hace dos años, pero al final seguimos viviendo aquí...».