«La residencia está completa y ahora hay incluso lista de espera»

Rubén Jiménez, de la residencia Francisco Jordán, asegura que este año lo que más se ha notado es la afluencia de estudiantes de Enfermería. «En el País Vasco y en Pamplona la nota de corte para entrar a la universidad es más alta y aquí, en cambio, es la tercera más baja del país». Aunque, por norma general, estos estudiantes no pasan más de uno o dos años en Logroño, ya que luego piden traslado de expediente y les dan plaza en las universidades de sus ciudades.

En general, el precio de las residencias es más caro que el de una habitación en un piso compartido. Pero hay que tener en cuenta que «incluyen la manutención y servicios de limpieza», en algunos casos. Además, hay opciones para todos los bolsillos. Los precios oscilan entre los 400 y los 800 euros, siendo las residencias que pertenecen a órdenes religiosas o a campus privados las más caras.

También existen cadenas de residencias laicas con precios muy asequibles, como por ejemplo RESA, pero no han llegado a Logroño ya que muchas de las plazas que ofrece la Universidad de La Rioja son cubiertas por logroñeses y gente de los pueblos colindantes. Aún así, «cada vez viene más gente de otras comunidades, ya que las notas de corte son más bajas», señalan desde la residencia Francisco Jordán.