Una rejilla hundida mantiene cortado un carril entre Cascajos y Lobete desde hace tres meses

La conexión de las calles Eliseo Pinedo y Pedregales, abierta en 2012 previa puesta en servicio de la rotonda de la primera en lo que es el último tramo del soterramiento (y por tanto del parque Felipe VI) en sentido este, mantiene inutilizado prácticamente uno de sus tres carriles desde el otoño pasado. Dos hileras de 'new jersey' de plástico, las habituales barreras blancas y rojas de separación en zonas de obras, canalizan el tráfico para evitar que éste circule por una rejilla de una decena de metros de larga (y de la anchura de un carril).

Y es precisamente tal rejilla perteneciente a la playa de vías subterránea de la estación de ferrocarril –problemas surgidos con la misma más concretamente–, la que llevó al Ayuntamiento de Logroño a reducir la calzada a fin de evitar el paso del tráfico rodado sobre la misma a la espera de que ADIF, de quien depende la misma, actúe poniendo una solución. «La rejilla de ventilación ha cedido y, hasta que hagan la correspondiente reparación, ese tramo de calzada permanecerá cortado por razones de seguridad», explican fuentes oficiales de la Administración local.

Un hundimiento del elemento, visible a pie de calle, que ya empieza a dar que hablar. No en vano, primero se puso una valla para, posteriormente, reforzar el conjunto, si bien estos días las 'piezas' se han movido y parte de la rejilla vuelve a ser transitable por los vehículos que circulan por el vial que une ambos barrios. La asociación vecinal de Lobete, de hecho, preguntó por el asunto en la última y reciente Junta de Distrito Este.

Desde el Consistorio capitalino son conscientes de que los problemas con la rejilla «condicionan», y no poco, la circulación por la vía, por lo que se ha dado reiterado aviso a ADIF, entidad pública empresarial dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana y que tiene como objetivo la construcción de líneas de ferrocarril y la gestión de su explotación.

El Ayuntamiento, así pues, ha señalizado el problema para que no vaya a mayores, mientras 'presiona' para que quede resuelto «lo antes posible» –al mismo tiempo que lo trata con LIF 2002–. Nadie se atreve a dar plazo alguno para que la calle vuelva a su estado original, pero desde el PSOE también andan estos días dándole vueltas al asunto porque, como poco, entienden que la señalización debería mejorarse.

Mientras, Lobete por un lado y Cascajos por el otro, cuanto menos los conductores que hacen uso de la citada conexión, siguen preguntándose qué pasa y, sobre todo, cuándo dejará de pasar para recuperar los tres carriles con que se planificó la citada calzada dominada por una rejilla en la que la zona este de la ciudad parece haber reparado... a la fuerza y por primera vez en más de una década.