El proyecto definitivo para Sagasta prevé un coste de 1,3 millones y un plazo de 5 meses

El documento analizado, que incluye un presupuesto de 1,3 millones de euros y un plazo de 5 meses, contempla que se mantenga el doble sentido de circulación al considerar clave el papel de la calle como conector norte-sur de la ciudad. En cualquier caso, la vía irá conjugando zonas de plataforma única con otras en las que las aceras y la calzada, esta última de asfalto, queden más diferenciadas.

En plataforma única -con la misma altura aceras y calzada- irán los cruces con Sagasta de Ruavieja y de Muro de la Mata, pero también será así todo el tramo que va de Carnicerías a Hermanos Moroy, Portales incluido, dados los resultados de los estudios de tránsito peatonal realizados, que sitúan en esta parte de la calle la mayor parte de los trayectos peatonales que se realizan en el entorno a cualquier hora.

En esta parte entre Carnicerías y Hermanos Moroy, la prioridad será peatonal, la velocidad máxima permitida se situará en 20 kilómetros por hora, el pavimento será con diferente según se trate de las zonas de tráfico que, claro, mantiene la circulación en doble sentido, y las zonas exclusivas del peatón y además e colocarán elementos de protección, tipo bolardos, incluso bolardos altos y jardineras, para proteger los umbrales de los portales de los aparcamientos indebidos junto a fachadas, como un elemento más para dar seguridad a los peatones.

Los cruces con Ruavieja y con Muro de la Mata se abordarán como pasos elevados que hagan de 'puertas' de acceso a una zona singular y que obliguen a reducir la velocidad de los conductores que se adentren en la misma. También en estas intersecciones se diferenciará el pavimento de la zona permitida de circulación de vehículos de la que es únicamente para peatones. En el caso de Ruavieja, se buscará señalar a quien vaya a adentrarse en la calle que se trata de Camino de Santiago.

Semáforos pedagógicos

El concejal del área avanzó que, como medidas añadidas para el control del tráfico, se colocarán también radares de los llamados pedagógicos, los que ponen caritas sonrientes y enfadadas, así como la instalación para futuras cámaras.

Las aceras que queden en las zonas que no van en plataforma única serán más anchas, dado que ahora no cumplen con el mínimo de 1,80 metros que exige la normativa. En la parte que linda con la plaza de abastos se reservará espacio para la carga y descarga.

La mejora de la red de abastecimiento supondrá sustituir 420 metros lineales de tuberías de fibrocemento por nuevas canalizaciones. Además, en la red de saneamiento se renovarán las recogidas de aguas de escorrentía superficial y un pequeño tramo soterrado en la zona próxima a Rua Vieja.

En lo que se refiere al alumbrado público, el proyecto contempla también el cambio de las luminarias a tecnología led, aunque conservando las farolas existentes.

La intervención servirá para soterrar los cruces de calzada aéreos de cables de telecomunicaciones y para incorporar nueva canalización de la red de energía eléctrica que se encuentra enterrada en la calle.

Los pasos de peatones tendrán pavimentos direccionales que garanticen la advertencia de su presencia para personas con dificultades visuales.

Según el Consistorio, el proyecto ha tenido en cuenta las conversaciones de nivel técnico entre el Ayuntamiento y el Ministerio correspondiente y así como aportaciones recogidas en el proceso de diálogo mantenido con los vecinos de la zona.

La actuación que se ejecutará en la céntrica vía introduce una serie de modificaciones respecto al proyecto solicitado inicialmente, según el responsable municipal de Urbanismo, Javier Martínez Mancho.

El edil ha recordado que en mayo de 2022 el Mitma concedió en torno a 535.000 euros de ayudas europeas para financiar este proyecto, que se inició el proceso de contratación en mayo y se adjudicó en diciembre, si bien meses después, en junio, la empresa renunció.