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Un proyecto, largamente esperado y al que se le han dado no pocas vueltas habida cuenta de que el soterramiento en la zona sigue, y seguirá pendiente, si es que alguna vez llega a ejecutarse, que define «las actuaciones que se deben llevar a cabo ... en dicha estructura para reparar los daños detectados en la misma y prolongar su vida útil».
Un proyecto, el bautizado oficialmente como «de actuación de mejora en la pasarela sobre la vía del tren en la calle Gonzalo de Berceo», que recientemente licitado por 469.686,74 euros con un plazo de obras de seis meses hace prever que el paso elevado lejos de ser provisional apunte, al menos a medio plazo, a quedarse como definitivo.
De hecho, la reforma de tal infraestructura entre las calles Gonzalo de Berceo y Fuenmayor no incluye simples arreglos o reparaciones, sino que podría considerarse, en palabras del concejal delegado, Íñigo López-Araquistáin, «casi una reconstrucción» con la que el Ayuntamiento de Logroño aspira a dotarla de un carácter «ciclopeatonal» que evidencia que las «obras» no harán sino consolidarla.
Obras
1. Sustitución de peldaños y descansillos en escaleras.
2. Sustitución de barandillas en escaleras.
3. Reparación de superficies metálicas.
4. Reparación de la plataforma sobre ferrocarril y rampas.
5. Sustitución de barandilla en rampas.
6. Ensanche de la plataforma y sustitución de la protección antivandálica sobre la misma.
7. Protección antivandálica
8. Desbroce. Poda de árboles y arbustos.
9. Pavimentos táctiles.
Programa de trabajo. Se establece con el fin de mantener la pasarela abierta al tráfico peatonal el máximo tiempo posible, reduciendo así las molestias a los usuarios en la medida de lo posible.
«Si bien en el momento de su ejecución la pasarela tenía un uso escaso, ya que se encontraba prácticamente en el límite urbano de la ciudad, en la actualidad presenta un tráfico peatonal y ciclista de gran importancia, al haber quedado totalmente integrada en la trama urbana y servir de conexión de las zonas noroeste y suroeste de la ciudad, especialmente desde el desarrollo del sector Valdegastea», refleja literalmente la documentación del expediente en cuestión, donde para reforzar tal carácter se contempla tanto un ligero ensanche de las rampas, el que permitirá ganar la sustitución de las vallas protectoras, como del vano principal, medio metro a cada lado y, por tanto, hasta un metro en total (pasando de un paso de 2,35 metros a 3,35).
Y todo ello tras años dándole vueltas a la mejor forma de acometer un proyecto para el que en 2021 se analizaron las distintas posibilidades de intervención, hasta tres: la primera, el mantenimiento de la configuración actual con la reparación de los defectos de la estructura (que ha sido finalmente la elegida); la segunda, colocar dos ascensores, uno en cada extremo de la pasarela; y la tercera, la sustitución de la actual por una nueva.
Los vecinos, tanto antes como después, siempre lo han tenido claro: su mantenimiento y limpieza sería lo mínimo exigible, y un plan de conservación, llegados a este punto, siendo una constante en los presupuestos participativos un año tras otro. «Se lo hemos venido recordando constantemente», coinciden en señalar las juntas directivas tanto de la asociación vecinal de Valdegastea como de la de El Cubo.
A día de hoy, en cualquier caso, los informes que avalan el proyecto elegido concluyen que «aunque la estructura principal se encuentra en un estado aceptable, el pavimento pisable y sobre todo los elementos de protección (barandillas, pasamanos, barreras...) presentan un estado muy deteriorado, poniendo en algunos casos en peligro la seguridad del usuario». Además, añaden que tanto las distintas dimensiones como los elementos de la pasarela «no son los adecuados de acuerdo con la normativa vigente» en todos los casos –especialmente en lo que a accesibilidad se refiere–.
El estado de conservación de la misma, es un secreto a voces, «es deficiente» ya que, desde su puesta en funcionamiento, en el año 2001, «no ha sido objeto de trabajos de mantenimiento de importancia», a excepción de pequeñas reparaciones en las vallas de protección realizadas por el Parque Municipal de Servicios.
En cuanto a las causas del deterioro de la pasarela, a partir de dicho informe puede establecerse que: la corrosión en las plataformas de rampas y vano principal se deben al desgaste por el uso de la protección que se aplicase en su momento y al uso de sales fundentes; la corrosión incipiente en las artesas de las rampas se debe muy probablemente al escurrimiento de agua cargada de sales procedente de los orificios realizados en la plataforma para facilitar el drenaje (por ese motivo se produce en torno a los tramos horizontales de las mismas); la corrosión en los peldaños de las escaleras se debe a que su diseño favorece la retención del agua y, particularmente, de la nieve; y la corrosión de los anclajes de las barandillas se debe también a que su diseño favorece la retención de la nieve en torno a los mismos.
De ahí que el objetivo de la actuación sea «precisar, cuantificar y valorar las actuaciones de reparación a realizar sobre la estructura para resolver los deterioros observados». De esta forma, se restituirán las condiciones de durabilidad y servicio de la pasarela, dotando a la estructura de unas condiciones próximas a las del escenario inicial tras su construcción o, en algunos aspectos, mejores al aumentar ligeramente la anchura de las rampas y del vano principal, y aplicar a las superficies metálicas un tratamiento de pintura con mejores prestaciones que las que eran habituales en el año de su construcción.
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