El radar de Logroño que más multa pone cien sanciones al día

Los radares logroñeses han hecho, a lo largo de 2023, unos números superiores a los del año anterior. Los fijos han detectado 12.449 vehículos a una velocidad inadecuada respecto a lo que se permite por las características de la vía, mientras que en 2022 fueron 11.325. En cualquier caso, de un año para otro ha cambiado mucho dónde se han puesto las denuncias. Si durante el año 2022 fueron prácticamente todas en la ronda sur de la capital, con 10.309 de ellas en la LO-20, lo que supone algo más del 91% del global, la cifra de este año pasado apenas llega a las 6.522, poco más de la mitad.

Así, el cinemómetro del punto kilométrico 10,900 de la LO-20, el conocido como el de los bomberos, ha vuelto a ser este pasado año el más activo, aunque por poco, con 3.378 denuncias por las 6.267 del año precedente; seguido del localizado en la misma vía, aunque en el 6,500, en el puente de los Tirantes, que en esta ocasión ha servido para multar a 3.144 conductores por los 4.042 del ejercicio anterior.

Y es que dentro de la ciudad, el panorama ha cambiado mucho porque se colocaron, en abril, nuevos radares. Fue en la calle Clavijo, bajo el puente de la N-111; en Club Deportivo; en Madre de Dios; en Miguel Delibes y en la avenida de la Sonsierra.

Y ha sido en el de la calle Clavijo el que ha batido todos los records, dado que en este plazo, que ni siquiera es de un año, casi ha alcanzado las 3.000 multas. Los carriles en este tramo reclaman una velocidad de 30 kilómetros por hora en un carril y de 40 en el segundo en cada uno de los sentidos.

También ha habido más actividad este 2023 en el radar de la avenida de Madrid, que si finiquitó 2022 con 619 sanciones, el año siguiente las ha doblado, con 1.285.

En Lobete, las multas, que en 2022 fueron 233, se han multiplicado por cuatro para alcanzar las 992. Y si la nueva ubicación de Club Deportivo ha detectado casi 350 infracciones, parecidas han localizado los radares de Duques de Nájera, también muchos más que en 2022, cuando apenas alcanzaron las 164.

Además de estos radares de dentro de la ciudad, que se encuentran alojados en cajetines preparados al efecto –los radares van cambiando de sitio–, también se ha usado otro modelo de radar móvil láser, que operan los propios agentes, con el que se han puesto 2.221 sanciones , cuando solo fueron 343 en 2022, un año aquel especialmente flojo porque en ejercicios anteriores la cifra normal era el triple.

Más de la mitad del trabajo del radar móvil láser se ha llevado a cabo también en la circunvalación sur, con 1.219 denuncias allí, y otra buena parte en la circunvalación este A-13, con un número inferior, de 427 multas. Otras ubicaciones elegidas han sido Lope de Vega, que también es en cierto modo, circunvalación; Madre de Dios; el cuarto puente o la avenida de Burgos.

El radar colocado en un vehículo, el conocido como multacar, apenas si ha funcionado, ni en 2022 ni en 2023. En estos dos años se ha pasado largos periodos sin sancionar ni una sola vez. Entre junio de 2022 y marzo de 2023 encadenó diez meses seguidos sin actividad. Después de ese mes de abril, que se zanjó con 6 sanciones, volvió a parar otros seis meses. En total, en 2022 fueron 64 multas y, en 2023, 73.

Desde el Consistorio señalan que este dispositivo ha ido sufrido una sucesión de averías, pero que, a cuenta del nuevo contrato de la grúa, que incluía la necesidad de aportar un nuevo radar de este tipo, se podrá poner en marcha el aparato que, además, no tendrá que ir anclado a un único vehículo, sino que podrá llevarse en el que toque cada día.

Históricamente, el Ayuntamiento no ha tenido suerte con los cinemómetros que ha ido recabando de contratos de otras cosas en cuyos pliegos se pide esta provisión.