Quejas sobre impuestos y demandas sobre temas sanitarios

Abre la sección una lectora todavía conmocionada por el susto. Transitaba con el coche por el barrio de La Estrella, momento en el que ya había iniciado la superación de un autobús urbano que estaba en la parada. «Salió de repente y nosotros, en medio de la calzada, yéndonos hacia la izquierda, vamos, al carril contrario porque ni miró. Menos mal que no venía nadie por el otro carril, algo insólito dado el lugar que cito. No estaría mal que antes de maniobrar miraran por el espejo retrovisor», aconseja.

Del Campillo a La Guindalera, desde donde una vecina cree «incompresible» que habiendo un centro de salud no haya una farmacia en el barrio. «No lo entiendo», dice.

Respecto a la polémica sobre Muface, Antonio pide a los sindicatos «que me expliquen por qué los funcionarios tienen que tener unos médicos privados». «Si trabajan en lo público lo normal es que vayan a la sanidad pública, como todos», razona apuntando que «el tema es que los sindicalistas son en su mayoría empleados públicos liberados y buscan mantener sus privilegios». «Lo que quieren es que les atiendan en el día, y no esperar cuatro meses», apostilla. Y remacha:«Si no les gusta hacer lo que hacemos todos, que se vayan a trabajar a la empresa privada y paguen un seguro privado».

«Me sorprende que en un país como España que alardea de dieta mediterránea y anima a evitar el alcohol y el tabaco no se fomente más el dormir bien». Así lo relata el siguiente comunicante, que parte de esa reflexión para quejarse de que «muchas programas y series de TV empiecen a las 22.45 horas, robando así horas para facilitar el sueño y mejorar la salud, sobre todo, la mental».

Ana, desde Logroño, felicita a los comerciantes de la calle Pilar Salarrullana «porque se han esforzado y la han dejado preciosa». «Es una de las mejor decoradas, da gusto pasear por ella», opina.

Entre los habituales mensajes de agradecimiento, hoy es el periódico el que merece uno de ellos. Lo remite Lucía, que se confiesa asidua al periódico y da las gracias por haber publicado recientemente una queja sobre los ruidos y la suciedad que genera una fábrica en la calle Entrena, en Logroño. «Gracias a ustedes tenemos al un altavoz desde donde protestar», comenta.

José es un trabajador del San Pedro que ve «lamentable y vergonzoso» que la gente fume sin remilgos en el hospital en lugares donde está expresamente prohibido. «Para más inri –abunda– si les recriminas te dicen que quién tú para decir nada». Cree que se trata de «una falta civismo y educación insoportable» y exige que alguien actúe como corresponde.

José Jesús termina censurando el alza anunciado del impuesto de basuras y residuos. «De alguna manera ya se estaba abonando», apunta. «No sé por qué el gobierno central hace que se pague de forma separada del IBI, de forma que recaiga en muchos jóvenes que están de alquiler en lugar de los propietarios». Y concluye: «Hay que pensar en la juventud y hacer propuestas de futuro y no pensar solo en recaudar y recaudar».

Un observador lector quiere llamar la atención sobre un detalle en el arreglo de los bancos de Logroño. «Me parece fenomenal que se pinte el mobiliario urbano», opina. El pero está en que «quizás alguno habría lijarlo antes de pintarlo y no hacerlo siempre encima de los restos que le quedan en la madera», opina. Este ejemplo, indica, «esta en la calle Holanda».

• Temas
• La Guindilla
• Teléfono del Lector