El PP aprueba solo una tasa de basura «con la que no estamos de acuerdo pero tenemos que cumplir la ley»

La tasa, reconfigurada por completo, pondera tres valores: el 50% tiene que ver con el índice fiscal de calles; otro 25% se refiere a la superficie de la vivienda y el 25% final oscila en función del número de personas empadronadas en el domicilio. De aquí resulta que la tasa ya no es única para todo el mundo y que depende de cada caso.

Iglesias ha referido estas cuestiones y también que se ha diseñado la nueva tasa por «imperativo legal». Tras recordar que ya en 2023 y en 2024 el precio de la tasa se subió el 9%, ha contado que, aún así, el 33,7% del servicio no se repercutía en el recibo.

«Se ha elaborado la ordenanza que cause el menos mal posible», ha dicho. Del total, el 75% tiene que ver con lo residencial y el 25% con lo industrial.

En lo que tiene que ver con la parte industrial, en el ámbito comercial y hostelero se tiene en cuenta la superficie y el índice fiscal de calles. El servicio de recogida puerta a puerta se repercutirá sobre quienes lo usan.

Los grupos de la oposición, que han apostado por ir tendiendo hacia el pago por generación, han votadio en contra. Desde Podemos, Amaia Castro ha preguntado por los pasos que se van a dar para alcanzar esa forma de pago, mientras que Vox ha planteado la insumisión a los dictados de Bruselas y Madrid. «No son las familias españolas las que más contaminan; quienes lo hacen están muy lejos y no pagan».

Desde el PSOE se ha recordado que ciudades como Vitoria y Pamplona se están poniendo en marcha sistemas tecnológicos, además de la mano de empresas logroñesas. «No estamos de acuerdo con lo que han hecho hasta ahora y queremos ver qué hacen a partir de ahora», ha dicho su portavoz, Luis Alonso.

Iglesias ha señalado que esta nueva tasa no va a impactar hasta dentro de un año porque el primer semestre se facturará con la actual ordenanza y que después se ajustará en función de los datos y en función de los cambios normativos si estos se producen.

La modificación de las demás ordenanzas fiscales, las que reirán desde el próximo 1 de enero, también han contado únicamente con los votos del Partido Popular. Los demás grupos han recordado a los populares sus anunciadas intenciones de rebajas fiscales.

«No bajan el 10%», ha dicho la portavoz de Podemos, Amaia Castro. «Para bajarlos, los suben bastante», ha considerado el concejal regionalista, Rubén Antoñanzas. Desde Vox, María Jiménez ha hablado de «voracidad recaudatoria» y desde el PSOE se ha recordado que si en 2022 desde el PP se pedía una rebaja del IBI del 0.59 al 0.56, este era un buen momento para poder instaurarlo en esa cifra.

Reproches de populismo fiscal entre los grupos, reproches por distinguir impuestos y tasas cuando los vecinos no lo harán cuando lleguen a casa sus recibos o por no tenerse en cuenta las enmiendas o propuestas presentadas...

Al final, las ordenanzas aprobadas bajan el tipo que se aplica al IBI del 0.58 al 0.575, reducen un 2,5% de la Plusvalía mientras se mantiene Vehículos, IAE e ICIO y suben las tasas (actualización del IPC) según el 2,3% del Índice de Precios de Consumo de agosto.

El proyecto de ordenanzas fiscales, por otro lado, propone mantener todas las bonificaciones introducidas en 2024, que estaban orientados a tres objetivos fundamentales: «El apoyo a las familias, el fomento de la actividad económica y las acciones de carácter ambiental», en palabras del concejal del área, Francisco Iglesias.

Por cierto, que la ordenanza relativa a la tasa de basuras se ha incluido en la sesión por la vía de urgencia, con los votos en contra de la oposición, que ha indicado haber tenido apenas 24 horas para estudiar el expediente.