Placas en cuarentena

El coronavirus, que lo ha cambiado todo, ha confinado incluso a la memoria histórica. La pandemia, de hecho, es en cierto modo la responsable de que las placas de las seis últimas calles franquistas renombradas en la ciudad de Logroño no estén aún colocadas cuatro meses después de que la Junta de Gobierno Local aprobase su modificación y, por tanto, los nuevos nombres. Y si no la responsable, al menos sí que es la justificación del propio Ayuntamiento de la capital de La Rioja.

La Administración local, ahora sí, culminará el cambio de nombres con la instalación de los nuevos rótulos a partir de la próxima semana... cuando la desescalada afronte sus últimos días de cara a la 'nueva normalidad'. De hecho, será ya en esta etapa cuando el equipo de Gobierno de PSOE, UP y PR+ tiene prevista la celebración de hasta dos actos simbólicos con motivo de tales 'redenominaciones'.

«Las nuevas placas están almacenadas en el Parque Municipal de Servicios desde el pasado mes de marzo, aunque con la emergencia sanitaria llegó el estado de alarma y, por tanto, las prioridades durante el confinamiento pasaron a ser otras... eso sí, una vez que vuelva la normalidad, las mismas se colocarán según lo previsto sin olvidar que los nuevos nombres están en vigor desde su aprobación el pasado mes de febrero», explican fuentes municipales oficiales a Diario LA RIOJA.

Así, García Morato es desde entonces Pilar Salarrullana; Milicias es Luisa Marín Lacalle; Víctor Pradera es María Zambrano; Alférez Provisional es Diversidad; General Yagüe es Rosa Chacel y Jorge Vigón es Solidaridad. Y ello, según recuerda el propio Ayuntamiento logroñés, con independencia de que la colocación de las placas que así lo indican se haya demorado dadas las circunstancias pues la oficialidad, y el acuerdo administrativo, es el que vale.

La Junta de Gobierno Local aprobaba el 12 de febrero el cambio de nombre de las mismas, las últimas seis calles franquistas que existían en Logroño, en cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica cerrando así un proceso que se inició en el año 2009 con la creación de una comisión especial que elaboró la relación de vías y espacios públicos que debían ser modificados; un dictamen que recibió el visto bueno de la Corporación en febrero de 2011 pero que no concluyó hasta este mismo 2020.

El Ayuntamiento de la capital de La Rioja, además, pretende que el cambio de placas que se llevará a cabo ahora tras el confinamiento y recuperación, cuanto menos, de la bautizada como 'nueva normalidad', sirva para rendir homenaje a dos de las personalidades que protagonizan algunos de los cambios. Dos homenajes que, de la misma manera, tendrán lugar a finales de junio a la espera de definir en qué consistirán exactamente.

Así, habrá un acto en memoria de Pilar Salarrullana (diputada por La Rioja en los 80 y concejala de Logroño en los 90, colaboradora de Diario LA RIOJA, precursora de tantas cosas, entre ellas, de las peatonalizaciones en la capital) y otro de Luisa Marín Lacalle (operaria de Tabacalera y activista sindical, que promovió causas como la reducción de la jornada laboral de las 12 a las 8 horas). Los mismos, según han confirmado a este periódico, serán los días 23 y 26 de junio, respectivamente.

Quedarían, en cualquier caso, asuntos pendientes más allá del callejero... muchos de ellos relacionados con la figura del general Yagüe. «Lo de Yagüe es un paso adelante, y ahora tenemos que seguir... con el colegio, con el polideportivo, con el centro cívico... e iniciar esa labor didáctica y pedagógica para que, en la medida de lo posible, se suprima lo de Yagüe de las líneas de autobuses, por ejemplo, o de la señalización de la circunvalación LO-20», advertían ya en su día desde la Asociación para la Preservación de la Memoria Histórica de La Rioja 'La Barranca'.