De pinchos pegaditos a la pared

El coronavirus, que lo está cambiando todo... hasta la forma de ir de pinchos por la zona de Laurel y San Juan en Logroño, lo que podrá verse este mismo puente de la Constitución y la Inmaculada. El Ayuntamiento de Logroño autorizaba este viernes el montaje de baldas en las fachadas de los establecimientos de hostelería y restauración en vez de las 'prohibidas' mesas altas y barricas a fin de mantener las correspondientes distancias de seguridad.

Baldas de 15 centímetros... lo suficiente como para apoyar la consumición y que obligarán a la clientela a estar pegadita a la pared. Baldas provisionales... 'de quita y pon' durante el horario de apertura a fin de dar respuesta al problema surgido durante el pasado domingo, fecha de la reapertura tras las más recientes y estrictas restricciones.

La propia Administración local informaba este mediodía de la nueva 'instrucción', atendiendo a la petición del sector en la zona de vinos por antonomasia, en pleno Casco Antiguo, y precisaba todos los detalles de la nueva orden para evitar conflictos. Así, la autorización solo será de aplicación a los locales situados en las calles de los entornos de Laurel y San Juan: Laurel, travesía de Laurel, Albornoz, San Agustín, San Juan, travesía de San Juan, El Cristo, Ollerías, travesía de Ollerías y El Carmen, «que ya tuvieran licencia de actividad en vigor y autorización para el establecimiento de mesas altas o barricas».

Además, en el momento en que pueda autorizarse la instalación de barricas o mesas y este permiso quede obsoleto, «los bares estarán obligados a eliminar estas baldas en las fachadas».

«Se trata de una respuesta que el Ayuntamiento ha realizado en 48 horas para que los negocios puedan trabajar en estas zonas de singulares características de Logroño. El objetivo es que los clientes de los bares puedan tener un punto de apoyo para dejar sus consumiciones y se garantice la distancia suficiente que permita el tránsito peatonal», explicaban desde el equipo de Gobierno, ante la satisfacción tanto de FER Hostelería como de las asociaciones de la Zona de La Laurel y de la calle San Juan.

«Se trata de un permiso de carácter transitorio y excepcional que se mantiene mientras siga vigente la resolución del 25 de noviembre de 2020 de Salud por la que se actualizan las medidas sanitarias preventivas vigentes para la contención de la COVID-19, y permiten en los servicios de restauración un aforo máximo del cincuenta por ciento en espacios interiores y del cien por cien en espacios exteriores», recordaba el Consistorio capitalino.

Desde la asociación de hosteleros de la Zona del Laurel destacaban «el buen tono y el espíritu constructivo demostrado por todas las partes implicadas» tras los «lamentables acontecimientos del fin de semana». Finalmente, la distancia entre la zona de paso o de reposo del personal de barra y las mesas aptas para el consumo será de 1,5 metros, de forma que, en la mayoría de los casos, «éstas podrán acoplarse a la barra y permitir el consumo interior».

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