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Todos los años, cuando el mes de marzo aparece en el calendario, los alumnos de la Universidad de La Rioja se preparan para vivir una jornada diferente. La multitudinaria fiesta de Peritos es, junto a Barras y Novatadas, una de las celebraciones que más interés despierta entre los estudiantes y así se ha podido comprobar una vez más este año.
¿Recuerdan la película 'Atrapado en el tiempo'? Pues la fiesta de Peritos es como el día de la marmota aplicado a una fiesta universitaria. El ritual siempre es el mismo. Desde media mañana las calles cercanas al campus se empiezan a llenar de jóvenes cargados con bolsas de la compra repletas de botellas, aperitivos y comida. Todos van a parar a un mismo punto: los jardines situados junto al polideportivo, el frontón y la pista de pádel de la UR. Allí se asientan y empiezan a dar cuenta del calimocho, la cerveza, los cubatas, las patatas fritas, los bocadillos y todo aquello que han preparado para la ocasión. Eso nunca cambia.
En los últimos años, además del sol que tradicionalmente acompaña al evento, no falta la música en la celebración, por lo que mientras unos beben, juegan a las cartas o comen, otros mueven el cuerpo al son de los temas más escuchados del momento. «Este tipo de fiestas nos vienen muy bien para conocer gente y para olvidarnos por un rato de los estudios», han explicado algunos de los jóvenes. «Yo he tenido clase por la mañana y después he venido a disfrutar», ha apostillado otra de las estudiantes.
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La diferencia más importante de la fiesta de este año con la de ediciones anteriores de Peritos ha sido la pancarta que ha presidido el evento: «Respetar el barrio es parte de la fiesta». Y, al menos de palabra, los jóvenes congregados en el lugar han asegurado estar de acuerdo con esa afirmación. «Podemos pasárnoslo bien sin molestar a nadie», ha asegurado uno de los presentes. «Debemos recoger todo cuando terminemos e incluso nosotras nos hemos traído nuestras propias bolsas de plástico para que todo quede bien», ha añadido otra. Además, el espacio donde se ha desarrollado la fiesta estaba repleto de contendores.
La zona de aparcamiento situada junto al CEIP Caballero de la Rosa, por su parte, ha estado acordonada y con carteles en los que se podían leer palabras como 'disfrutar' o 'respetar' o frases como 'El Caballero no se toca' con el fin de que los asistentes no protagonizaran algunas conductas incívicas que sí se registraron años atrás. El objetivo de esas medidas no es otro que hacer de Peritos una fiesta lo más respetuosa posible con el entorno y con los vecinos.
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