Perdidos en San Mateo

Hasta 56 carteras perdidas en los pasados sanmateos esperan en la Oficina de Objetos Perdidos a ser recogidas por sus dueños, muchos de los cuales seguramente las habrán dado por extraviadas para siempre ignorando la existencia de este servicio. La mayoría de los 'hallazgos' que llegan hasta las dependencias, sin que sean reclamados por nadie en la mayor parte de las ocasiones, son documentos personales (DNI o permiso de conducir) que guardan monederos o billeteras y, en la mayoría de los casos, incluso, con dinero en su interior. «Las carteras llegan intactas, la gente las entrega tal cual, sin tocarlas; una de ellas la entregó la semana pasada un hombre con los cien euros que llevaba dentro», señala Carlos Álvarez, responsable de este servicio que la Policía Local tiene en la calle Ruaviaja y que durante estos días ha quintuplicado el número de objetos recibidos.

En fiestas, ya se sabe, andamos despreocupados y perdemos de vista nuestros objetos personales sin darnos cuenta hasta que llega la hora de pagar o echar mano del DNI y es entonces cuando nos llevamos las manos a la cabeza. La suerte es que generalmente sobra buena voluntad y se recuperan. Las zonas más habituales de los extravíos en días de fiesta son las barracas, los bares y las estaciones de autobús y tren.... «Aquí viene personalmente la gente, pero también la Policía Nacional nos trae los objetos que, a su vez, les entregan a ellos o desde Correos, ya que muchas veces cuando se encuentran una cartera las echan en los buzones y luego nos las traen aquí...», explica Álvarez.

Pero no son solo carteras. Desde que comenzaron las fiestas el pasado día 16 de septiembre hasta la Oficina de Objetos Perdidos también han llegado dos bolsos (con documentación y dinero en su interior), una cámara de fotos, seis móviles, cuatro pares de gafas... En total, 104 objetos, entre los que se encuentran 19 carnés de identidad, varios juegos de llaves y diversa documentación oficial. En el caso de la documentación o tarjetas de crédito, desde este servicio se ponen en contacto con los interesados para comunicarles el hallazgo. «Muchos ya habían perdido la esperanza y no se pueden creer que vayan a recuperar sus propiedades», dice.

Los objetos recogidos y que no sean reclamados en dos años se destruirán si no tienen valor y, si lo tienen, legalmente pasarán a ser propiedad de quien lo haya entregado. «Si es dinero o joyas pasa directamente a las arcas municipales», resume.