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Juan Marín del Río
Logroño
Viernes, 24 de enero 2025, 14:45
Los habitantes de Logroño están más que acostumbrados a lidiar con las frías temperaturas de los meses de invierno; más aún los que cada día salen a la calle para trabajar o para practicar algún deporte al aire libre. Sin embargo, la temperatura y la ... sensación térmica oscilan en función del lugar de la ciudad en el que se haga la medición y la hora del día.
La ribera del Ebro, La Cava o Los Lirios son algunos de los espacios preferidos de los que disfrutan caminando, corriendo o paseando en bicicleta. Recorremos, térmometro en mano, tres de las zonas más visitadas por los logroñeses para hacer ejercicio outdoor y comprobar las diferencias térmicas entre ellas.
Si bien no están siendo días excesivamente gélidos en la capital riojana, las zonas más húmedas del espacio urbano no dicen lo mismo. En concreto, a las 21.00 horas del miércoles, el termómetro marcaba 3º en el paseo que transcurre por debajo del Puente de Hierro; mientras que, como se puede ver en la fotografía que abre este reportaje, a las 9.00 horas de este jueves, apenas había subido a los 3,4º.
Paloma Castro, delegada de Aemet en La Rioja explica por qué apenas ha oscilado la temperatura en la ribera. «La humedad es la responsable. El vapor de la atmósfera viene porque ha llovido o porque las plantas han hecho una función clorofílica; siempre hay una evapotraspiración». Además, Castro considera que «Logroño es una ciudad muy afortunada porque el paso del Ebro ofrece la humedad que necesita para suavizar las temperaturas durante todo el año».
Otra zona muy concurrida por los logroñeses aficionados al deporte es la del barrio La Cava, en el suroeste de la ciudad. A las mismas horas, los alrededores del Estadio Municipal Las Gaunas indicaban 3,8º y 5º respectivamente, una temperatura superior a la del Parque del Ebro. Se puede apreciar una mayor diferencia entre la noche y el día, en concreto, de 1,2º.
En la zona este de Logroño, la otra punta de la ciudad, el barrio residencial de Los Lirios sigue un patrón similar al de La Cava. Las temperaturas oscilan sustancialmente entre el amanecer y el atardecer (2,1º).
Nicolás Martínez, aficionado al running «desde hace varios años», dedica una hora diaria a practicar su disciplina favorita en este distrito de la capital riojana. «Antes me gustaba bajar hasta Varea, pero con el frío que hace cerca del río, se me acabaron quitando las ganas», comenta entre risas.
Decenas de corredores, caminantes y ciclistas recorren cada día las zonas verdes y parques de Logroño en grupos organizados o de forma individual. Esta especie de adicción ha provocado que estos riojanos no perdonen su cita con el deporte, independientemente de lo que marque el mercurio. Las horas preferidas por los deportistas son las primeras y las últimas del día; cuando pueden dedicar un rato para ellos mismos. Casualmente, las horas en las que más bajan las temperaturas en la ciudad.
La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (SEPEAP) ofrece algunas sugerencias para practicar deporte al aire libre de forma segura y evitar riesgos para la salud como la hipotermia. Según esta institución, es una de las afecciones más comunes cuando algunos pecan de imprudentes a la hora de realizar una actividad física. Sucede cuando la temperatura del cuerpo es inferior de 35º y se pierde calor más rápido del que es capaz de producir y ofrecen algunas recomendaciones para evitarla.
Consejos contra la hipotermia
Gorro y guantes: La ropa de abrigo es fundamental a la hora de hacer ejercicio a bajas temperaturas, ya que, aunque pueda resultar incómodo, es clave conservar el calor corporal.
Ropa impermeable: En los deportes en los que exista riesgo de mojarse es necesario vestir prendas que repelan el agua. Se ha de tener especial cuidado con los niños, a quienes les puede costar más percibir algunos síntomas como el frío y el cansancio.
Estirar y calentar: Preparar el cuerpo para la actividad física es importante durante todo el año pero especialmente durante los meses de invierno cuando los ligamentos, tendones y articulaciones son más sensibles al perder cierta elasticidad.
Controlar los esfuerzos: Si la fatiga empieza a pesar, se ha de tener especial precaución cuando las temperaturas son muy bajas. Los signos típicos son el temblor, la letargia y, en casos graves, las alteraciones neurológicas y el coma.
Buena alimentación: Hacer grandes esfuerzos sin ingerir suficiente comida o bebida en climas fríos puede resultar un problema. Los alimentos ricos en carbohidratos son una buena fuente de energía.
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