Un observatorio a la espera de observar

La primera en caer fue la propuesta presentada por Sopra Steria España S. A., «ya que la documentación contenida en su sobre A no se correspondía con el objeto del contrato». La segunda, justo a continuación, fue la de Quality and Organizational Research S. L. «porque la memoria técnica presentada superaba el máximo de páginas establecido en la cláusula 7ª del pliego de condiciones». También «incluía en el sobre A datos relativos a criterios cuantificables mediante la mera aplicación de fórmulas que debieran haberse presentado en el sobre B», puede leerse en la declaración de 'desierto' facilitada a este periódico por el PSOE.

«No cumplían los requisitos», se limitaban a confirmar estos días desde el equipo de Gobierno local a requerimiento de Diario LA RIOJA, quienes además achacaban lo sucedido a un asunto «puramente administrativo». «Los sobres contenían cosas que no debían estar, había problemas con los enunciados... etc.», añadían sin entrar en más detalles ni explicaciones sobre cómo ha podido suceder algo así y concluyendo, eso sí, que habrá una próxima licitación para su puesta en marcha.

El asunto, en cualquier caso, apenas ha tenido eco alguno entre los grupos municipales con representación en el Ayuntamiento de Logroño. Y eso que a finales del pasado año, tras la aprobación del expediente de contratación del mismo por un importe de 60.435,07 euros para un período de un año (marzo 2019-febrero 2020), el portavoz municipal, Miguel Sáinz, daba cuenta del mismo con todos los honores.

«El contrato tiene por objeto obtener y procesar el comportamiento de los turistas, la situación real del comercio minorista de la ciudad y la reputación 'on line' de la marca Logroño», explicaba entonces Sáinz, quien precisaba que el adjudicatario debería abordar tres líneas fundamentales de trabajo: el perfil y comportamiento de los turistas que visitan la capital por motivo de ocio y cultura; conocer el escenario actual del comercio desde la doble perspectiva de la oferta y la demanda; e investigar la reputación on line de la mencionada marca de ciudad.

Respecto al turismo, el objetivo era tipificar, caracterizar y analizar el comportamiento de los turistas y visitantes que viajan por motivos de ocio o por motivos culturales en determinadas temporadas (Semana Santa, verano, Navidad, puentes o fiestas), su uso de productos turísticos, tipología de alojamientos y su procedencia... para los que se había establecido la realización de un mínimo de 1.500 encuestas personales.

En cuanto al comercio, el fin era conocer la situación de los establecimientos y los hábitos de los consumidores, principalmente los residentes en Logroño y en las cabeceras de Calahorra y Haro. De esta forma se pretendía sistematizar la información del sector comercial para poder aplicar políticas más eficaces de cara a mejorar la competitividad de un sector clave y, a su vez, conocer qué es lo que demanda el consumidor. Para ello quedó fijado un muestreo aleatorio por sectores -400 entrevistas telefónicas para comerciantes y 800 para consumidores-.

Finalmente, para el análisis de la marca Logroño en cuanto a turismo y comercio en internet se perseguía investigar las referencias existentes en la web social sobre la misma y sus submarcas, así como todo lo que tuviese que ver con turismo y comercio respecto a Logroño.

El adjudicatario, además, se comprometía a integrar toda esa información en la plataforma 'Smart Logroño', pero... habrá que esperar.