Un fin de obra que pende de cambios

El último pleno con contenido del presente mandato dejó aprobado, aunque con la abstención del PP, un expediente de modificación presupuestaria por suplemento de crédito de 831.463,25 euros –financiados en su totalidad con remanentes de tesorería para gastos generales– «para hacer frente a la solicitud efectuada por la Dirección General de Arquitectura, Regeneración Urbana y Vivienda».

Las modificaciones

• Compaginar la ejecución de las obras con la actividad comercial. Puede conllevar modificaciones tales como el establecimiento de recorridos protegidos de partículas en suspensión, instalaciones provisionales por falta temporal de suministro de agua o electricidad, los trabajos necesarios para el traslado temporal y puntual de algunos de los puestos o las obras necesarias para cumplir las indicaciones de Sanidad durante el transcurso de las mismas.

• Aparición de restos arqueológicos. Pueden obligar a su excavación y su puesta en valor.

• Centro de transformación eléctrico. Reubicación conforme a las prescripciones de obligado cumplimiento de la compañía suministradora y según lo establecido por norma.

El mismo daba respuesta a la petición oficial del director general correspondiente –el arquitecto Jesús María González Menorca–, fechada el pasado 19 de abril, cuantificada en 921.406,77 euros y ajustada a los porcentajes de incremento legales –el presupuesto original es de 3,1 millones y se vería aumentado en un 29,48%–.

Justificada técnicamente de la siguiente manera: «Al tratarse de una rehabilitación y, dado que las obras se tienen que realizar con el mercado abierto al público, con todos los comerciantes trabajando durante la fase de demoliciones han surgido elementos constructivos que estaban ocultos y que incrementan las mediciones previstas» –demoliciones de elementos nuevos, en definitiva, y no pocas–.

Además, «debido a que se detecta gran cantidad de agua en distintas zonas del sótano, esta situación está impidiendo realizar los trabajos al ritmo previsto y por ello se pidió una ampliación de plazo que fue concedida según acuerdo de fecha 1 de marzo de 2023». Así consta en el escrito al que ha tenido acceso Diario LA RIOJA, donde tal circunstancia ha supuesto no pocos quebraderos de cabeza.

Y es que, tratándose de un edificio casi centenario con notables deficiencias –algunas sin precisar cuando empezó la intervención integral–, ha sido necesario ir dando sobre la marcha soluciones diferentes a lo inicialmente previsto –en pro de la seguridad en la ejecución «tanto para una menor afección a la deteriorada estructura original como para compatibilizar el mantenimiento de la actividad»–.

Ampliar

Los recálculos, reajustes y rediseños han sido una constante, según se pone de manifiesto, así como la modificación de la cimentación de cara a evitar futuros problemas teniendo en cuenta los detalles de la actuación –con la renovación total de las instalaciones y suministros–.

Las obras, además, han sacado a la luz restos arqueológicos relacionados con las iglesias de San Blas y San Salvador, que se levantaban en el solar ocupado hoy por el mercado hasta que fueron demolidas en 1837. De ello informó el Consistorio capitalino el pasado marzo, durante los trabajos de excavación del foso y acceso al sótano para el nuevo ascensor (que también ha requerido cambios, por cierto), si bien se concluyó que no paralizarían el proyecto.

Desde la asociación de comerciantes de la plaza, al respecto, confían en que todo finalice según lo previsto (hablan de entre septiembre y octubre) pues durante el proceso han sido conscientes de los problemas en el subsuelo... Ahora, y tras la financiación del modificado, queda autorizar el mismo, asunto que se encontrará sobre la mesa el nuevo gobierno local delPP –su redacción, en cualquier caso, está muy avanzada por parte de los técnicos municipales–.

El equipo de gobierno en funciones recordaba ayer a este periódico que «se queda también en preparación la licitación para que se pueda usar la primera planta para 'coworking' y sacar a licitación los puestos que están vacíos –pensando, en concreto, en los del exterior–».