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Las obras, tras dar no pocas vueltas a lo inicialmente previsto y después de la polémica surgida con la AMPA, se anunciaron como «de mejora y de pacificación» del entorno del CEIP General Espartero. Sin embargo, ya hay quien ha levantado la voz visto ... el resultado. «Lo ejecutado pasa tan desapercibido que hasta cuesta darse cuenta de lo que han hecho», lamentan en el vecindario, que habla de «escasas mejoras».
El Ayuntamiento de Logroño informaba en la semana previa a las fiestas de San Bernabé, a apenas 15 días del final del curso escolar, del inicio de los trabajos, tanto en Belchite como en Pío XII. Unos trabajos como parte de un proyecto «de ampliación de las aceras próximas al colegio, la creación de una zona de recogida de escolares y pasos de cebra elevados» entre las citadas calles.
Sea como fuere, la realidad es que la parte de la acera que coincide con el acceso al centro educativo público se ha visto incrementada en «tres baldosas», es decir, «apenas un metro»; el prometido 'Kiss&Go' (el 'besa y vete' a imagen y semejanza del existente en el CEIP Navarrete el Mudo) se trata de un espacio señalizado como si se tratase de carga y descarga –a la espera de la señalización vertical–; y el paso de cebra contemplado será uno pintado a ras de calzada como los ya existentes.
«No era lo esperado», protestan algunos residentes y usuarios de la zona, incluso quienes hacen uso del aparcamiento. «Es difícil aparcar, sobre todo dependiendo de según qué horas, porque no es que haya mucha rotación», confiesa un conductor tras dar un par de vueltas y optar por la espera. «No han hecho prácticamente nada», apunta una madre de alumnos, activa en la asociación durante las protestas a favor de un parque y en contra de un parking por provisional que sea –a la espera de cómo evoluciona la tramitación del proyecto de reconversión de la vieja terminal–.
Desde el Consistorio, ante tales críticas, se entiende que hay que esperar a la finalización de los trabajos para comprobar que la zona, pese a las quejas, verá aumentada su seguridad vial, además de recordar que será temporal. «El paso de peatones finalmente no se ha elevado porque se recrecen las aceras en el cruce y habiendo como hay otros tres pasos más en la misma confluencia se trata de una zona lo suficientemente pacificada», precisa el concejal de Movilidad, Ángel Andrés, quien valora la reducción de la anchura de los carriles en pro del peatón. La actuación está siendo ejecutada por Antis por 52.758.27 euros.
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