Los 'Muros', del esplendor a la decadencia

A pocos metros de allí, con cuatro décadas de actividad a su espalda, 'Óptica Espolón' resiste frente al modelo de comercio tradicional en decadencia. «El producto que vendemos, de calidad, y la atención que propiciamos al cliente, muy especializada, hace que no concibamos trasladarnos», explica mientras trabaja Fernando San Pedro, que reconoce que, «de todos modos, la calle ha pasado de ser siempre concurrida a estar ahora en horas bajas». Una problemática de la que se ha contagiado también el 'Muro' colindante; en la calle Muro del Carmen también son pocos los que aún perduran abiertos. Eso sí, los que siguen en pie lo hacen con heroicidad estoica. No conciben, de hecho, cambiar de ubicación. «Mi padre inició el negocio hace más de 30 años, ahora estamos mi hermana y yo y vamos a seguir, como toda la vida», cuenta Alberto Medrano, que al frente de la floristería 'Rosablanca' coincide con Agustina Corral, que atiende desde hace 44 años el mostrador de 'Pastelería Segura'. «Da pena porque para muchos es ya solo zona de paso». Son la resistencia... el vestigio que encarna la lucha actual del pequeño comercio de barrio.

Asun Alfaro trabaja en la portería de los números 13 y 14 de Muro de la Mata desde hace 16 años. Corrobora que «es una pena lo que está pasando» y advierte: «Mira, otro local más que se va a quedar vacío», mientras señala la oficina de 'Bankoa' que esta misma semana se traslada e inaugura sucursal, eso sí, apenas unos metros más allá, al otro lado del portal número 12.

Joyería, librería, firmas referencia en moda y hogar, en mobiliario... Antaño nada faltaba en estas calles para ese cliente que primaba la atención del comercio de proximidad. Hoy, Muro del Carmen y Muro de la Mata tratan de resistir a la evidente decadencia en la que está sumido el modelo de compras tradicional al que tampoco son ajenos, no obstante, otros barrios de la capital.