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La calle Milicias ha dejado ya de ser la calle Milicias. En aplicación de la Ley de Memoria Histórica, este viernes se verificó formalmente el cambio de placas y el nombre de Luisa Marín Lacalle campea ya a la entrada de esta pequeña vía que enlaza la avenida de Colón con el parque de las Chiribitas. Quizá no sea esta la principal arteria de Logroño, pero sí una que encaja perfectamente con la personalidad de la homenajeada: ahí se encuentra enclavada la sede de la UGT, sindicato en el que militó Luisa Marín. El actual secretario del sindicato en La Rioja, Jesús Izquierdo, destacó esta conexión sentimental: «Celebramos que el Ayuntamiento de Logroño haya elegido este nombre para la calle en la que se encuentra nuestra sede, en memoria de una pionera sindicalista. Aplaudimos que se haya elegido el nombre de una mujer, socialista, pero sobre todo sindicalista y ugetista, porque no se me ocurre un nombre mejor para rebautizar la calle donde se encuentra la sede de nuestro sindicato».
En el acto de inauguración, que se celebró este viernes por la mañana junto a la sede de UGT, participó el alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, que valoró el hecho de que el callejero de Logroño se fuera poco a poco llenando «de nombres de mujeres valientes, como Luisa Marín Lacalle, aguerridas y comprometidas». A su lado, la concejala Amaia Castro ensalzó la figura de una mujer de orígenes muy humildes que luchó por los derechos de las trabajadoras. «Esta calle -subrayó Castro- preserva la memoria de una de las mujeres más valientes que ha dado nuestra ciudad y ayudamos a que su lucha y su recuerdo no acabe diluyéndose en el olvido colectivo».
Para glosar la personalidad de Luisa Marín intervino su biógrafo, el historiador Aleix Romero. «Fue una auténtica pionera, tanto en el campo sindical como en el cultural y en el político. Consiguió liderar el sindicato tabaquero, encabezó huelgas y llegó a entrevistarse y a negociar con ministros. Pero, además, formó parte de la junta del Ateneo e intentó movilizar políticamente a las mujeres de los pueblos, de lo que hasta entonces la izquierda no se había preocupado».
Luisa Marín Lacalle | Sindicalista
Luisa Marín Lacalle tuvo orígenes muy humildes: nació en 1884, hija de un albañil y de una ama de casa, ambos analfabetos. En una semblanza biográfica publicada en la revista 'Berceo', el historiador Aleix Romero apunta que vivió sus primeros años «en las zonas más deprimidas de Logroño». Su vida quedó marcada por el ingreso, seguramente cuando aún era una niña, en la planta que Tabacalera había abierto en 1890 en Logroño.
Aunque la discriminación de la mujer era evidente entonces incluso en el mundo sindical, Luisa Marín asumió un papel protagonista desde la fundación, en 1919, de la Unión Tabacalera y llegó a entrevistarse con el entonces ministro de Hacienda, Gabino Bugallal, para pedir más salario para las tabaqueras y nuevas contrataciones. Luisa consiguió movilizar a toda la plantilla en dos huelgas de varios días de duración. En 1930 dejó la presidencia del sindicato, pero no su compromiso político. Como miembro del PSOE, trató de despertar la conciencia política de las mujeres de los pueblos, hasta entonces olvidadas por los partidos de izquierda. Fue encarcelada y asesinada en los primeros días del golpe. Su cadáver apareció el 22 de agosto de 1936 en La Grajera, junto con el de su sucesora al frente de la Unión Tabacalera, Carmen Villar.
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