El Mercado del Día de Todos los Santos, abierto desde este miércoles en Joaquín Elizalde

Cubero ha anunciado que esta edición contará con doce puestos dobles de floristas, que ofrecerán los productos tradicionales, «altamente demandados por el público en estos días»; y novedades y piezas «más exóticas y poco habituales».

Campos ha asegurado que las ventas de las floristerías durante estos días suponen un importante porcentaje del negocio anual del sector y, por ello, ha indicado que la intención del Ayuntamiento de Logroño es que «responda a las expectativas de calidad de los consumidores».

Además, ha explicado que el objetivo es regularizar este espacio en la plaza Joaquín Elizalde para consolidarlo como mercado y dotarlo de «la calidad y profesionalidad de los propios establecimientos».

La concejala también ha resaltado que este compromiso del Consistorio con la Asociaciones de Comerciantes Floristas busca el desarrollo de esta actividad y evitar cualquier tipo de «competencia desleal, fraudes o malestar» entre comerciantes.

En este sentido, Cubero ha explicado que han sido «muy rigurosos» con el hecho de que los puestos de este mercado sean para «profesionales del sector», quienes viven durante todo el año de la flor y de la planta, con «un establecimiento físico o mediante la venta ambulante».

Cubero ha denunciado que las tiendas de ultramarinos o bazares tienes «más plantas y flores en la calle» que cualquiera de las floristerías de Logroño y, por ello, ha apelado a que estas tiendas tengan los mismos controles sanitarios, revisiones de empleados y de espacios y las obligaciones de no mezclar la comida con las flores que las propias floristerías.

También ha hecho un llamamiento a los ciudadanos de Logroño para que acudan a las floristerías en lugar de otros establecimientos que venden este tipo de productos, ya que los floristas no solo abren un día al año y son profesionales que «se gastan mucho dinero al año en formarse y en dar un servicio de calidad».

Campos ha asegurado que el Ayuntamiento ofrecerá los medios «necesarios» para garantizar la seguridad en el mercado, el control del tráfico de personas y vehículos y la supervisión del cumplimiento de las obligaciones por parte de los vendedores