«Hay medidas mucho más efectivas que la pegatina»

Y es precisamente ahí donde la capital de La Rioja sigue considerando que buena parte de lo ya hecho en pro de los entornos escolares seguros, la redistribución espacial en determinadas calles o el control de accesos al centro histórico permitiendo el paso solo a vehículos autorizados –residentes, comercios y demás servicios– puede –y debe– entenderse como zonas de bajas emisiones en la práctica.

El concejal de Desarrollo Urbano Sostenible defiende que las acciones de calmado de tráfico son medidas mucho más efectivas que la pegatina para el objetivo que se persigue, amén de que las restricciones según la clasificación de la DGT conllevan los citados sistemas de control. «La vigilancia requiere cámaras... No somos partidarios de la restricción atendiendo a la misma porque tampoco es nada sencillo ni técnicamente ni administrativamente... gestionar las excepciones, por ejemplo, es muy complejo», advierte en alusión a taxis, servicios de vehículos con alquiler de conductor, profesionales de reparto de mercancías, repartidores de compras por Internet... o simplemente de los residentes.

Por ello, actualmente se analiza al detalle si las etiquetas o pegatinas son necesarias en la definición de zonas de bajas emisiones, porque tanto la Ley como el Real Decreto «las menciona, aunque sin ser tajante» –si bien parece que, visto lo visto, acabarán imponiéndose–.