Los leones del Atlas rugen en El Espolón: «No renunciamos a nada»

Se le acaban los calificativos para hablar de la victoria sobre la selección lusa, que la vio en un bar del parque Gallarza junto a otros compatriotas. En Logroño residen en torno a 1.700 y en el conjunto de la comunidad esa cifra se multiplica por cinco, hasta los 8.500 aproximadamente. «Ha habido nervios y sufrimiento hasta el final», reconocía Kamal, que ha vestido las camisetas de diferentes equipos de fútbol de nuestra tierra: «Yagüe, Balsamaiso, Anguiano...», enumera.

Por este motivo, por saber qué es jugar once contra once, asegura que el equipo dirigido por Walid Regragui «tiene que seguir en esta línea de juego». Y a quienes califican a Marruecos como ultradefensiva les responde con claridad: «Que digan lo que quieran, aquí se trata de luchar y resistir hasta el final. Lo importante es ganar». Y así lo están haciendo los leones del Atlas, que han recibido un gol en cinco encuentros.

¿Y dónde está el límite de la selección norteafricana? Kamal tira de manual futbolístico, deporte que le apasiona: «Partido a partido». El siguiente llegará el miércoles contra Francia «y tiempo habrá de sufrir entonces». Pero este sábado por la noche había que festejar. Así lo hizo el mayor de los Ifraj, abrazándose a su hermano Ossama, atleta de fondo federado por La Rioja, y a otros compatriotas junto a la Concha de El Espolón.

Ha sido una celebración ruidosa pero sin incidentes, donde no faltó el lanzamiento de cohetes y alguna que otra bengala, gritos de 'sir, sir, sir' para emular a nuestro 'vamos, vamos, vamos' y también canciones que encendieron a los numerosos marroquíes concentrados en la principal plaza de la capital. En total, más de doscientos si se incluyen a todos los que recorrieron las calles aledañas a El Espolón en caravanas de coches y tocando el claxon.

Esta celebración marroquí ya no sorprendió a los logroñeses que paseaban por el centro de la capital después de que el martes otro buen número de norteafricanos saliera a la coche tras eliminar a España. Kamal vio ese partido en su país. «Celebré el triunfo, por supuesto, pero si hubiérais ganado vosotros también me habría alegrado. Aquí está mi vida».