La marcha de sus dos veterinarias dejó varios días sin asistencia el Centro de Acogida de Animales

Por su parte, Jesús Ruiz Tutor, sin entrar a confirmar o desmentir este extremo, quiso dejar claro que entre las funciones de estos profesionales está controlar la población canina «y esto implica, por ejemplo, la práctica de la eutanasia cuando los animales son mayores. Es su trabajo», mantuvo. En cualquier caso, el edil quiso restar importancia a un asunto que circunscribió a un ámbito exclusivamente laboral, «porque afecta a la empresa adjudicataria de la gestión y a sus trabajadores», aunque reconoció que no ha sido fácil encontrar un veterinario sustituto. De hecho, confirmó que hasta 13 profesionales a los que se les ofreció el puesto rehusaron ocupar la plaza, algo que él atribuye al buen momento que atraviesa esta profesión sanitaria. Sin embargo, desde el Colegio de Veterinarios de La Rioja se aludía a otros problemas relacionados sobre todo con las limitadas atribuciones de estos profesionales una vez que llegan al Centro de Acogida Municipal.

«El Centro sólo permaneció sin servicio veterinario durante el martes, miércoles y viernes por la mañana». Esto es lo que aseguró ayer el edil de Medio Ambiente, que garantizó que «la repercusión durante estos días ha sido mínima, se han seguido recibiendo animales y se les ha seguido atendiendo». Sin embargo desde Animales Rioja aseguraron ayer que la suspensión del servicio se prolongó durante ocho días, lo que, según su presidenta, Beatriz Martínez, ha impedido llevar a cabo las adopciones y, sobre todo, «ha dejado a los perros desasistidos, lo que resulta muy grave teniendo en cuenta la situación en la que llegan.

«De hecho, se recibieron 20 perros, y nos tememos que en las últimas horas han sido sacrificados por su empeoramiento», se lamentaba, al tiempo que negaba que la normalidad haya vuelto al Centro, «donde sólo acude un veterinario dos horas por la tarde».

Desde el Colegio de Veterinarios de La Rioja vincularon ayer la salida de las dos profesionales, que llevaban seis meses en sus puestos, a una decisión de tipo profesional, «tenían otras aspiraciones», aunque su presidente, Julián Somalo, reconocía que los veterinarios duran poco en el Centro de Acogida.

«No reúne condiciones para realizar el trabajo, la mayoría llega con unas expectativas diferentes a lo que es la mera gestión de la recepción de animales y las adopciones», señala el representante convencido de que las aspiraciones cuando se puso en marcha eran otras. «Como colegio profesional la verdad es que esperábamos más del Centro de Acogida de Logroño, ya que se planteó como un centro preparado para trabajar activamente en muchos ámbitos, entre ellos el estudio de enfermedades, estaba previsto realizar investigaciones importantes relativas a algunas de las patologías más extendidas», señaló.