Logroño salda su deuda con los 'tumbaos'

El monumento es obra del escultor riojano Óscar Cenzano y está formado por seis prismas triangulares de acero cortén y, frente a ellos, 18 columnas de acero inoxidable, que se agrupan jugando con los números 3, 9 y 6, dígitos que unidos dan como resultado los 396 protagonistas de esta historia. Sus nombres recorren las caras de los prismas, grabados a fuego.

Ante estos nombres se han dado cita esta mañana decenas de personas, la mayoría familiares de los homenajeados, en la inauguración del mencionado monumento.

Ha sido una mañana de muchos claveles y rosas rojas, de banderas republicanas, de alguna lágrima y mucha emoción. De abrazar de nuevo a aquellos ciudadanos víctimas de la represión franquista durante el verano del 36; desde Fernando Esquete, el primero en ser asesinado, en el portal de su casa, hasta el alcalde Basilio Gurrea, quien murió con la insignia de la ciudad de Logroño en el bolsillo.

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Este acto de reparación y homenaje ha sido posible gracias a la asociación para la preservación de la memoria histórica de La Rioja 'La Barranca', en colaboración con el Ayuntamiento de Logroño. En su transcurso han tomado la palabra Ricardo Blanco, para recordar la labor de 'La Barranca', asociación que preside; también los socios Jesús Vicente Aguirre y Martín Martínez.

La voz y guitarra de Elena Aranoa ha acompañado la celebración, musicando poemas de Lorca, Miguel Hernández y Lucía Sánchez Saornil. También en clave poética ha recordado Paco Marín a los 19 que aún figuran sin nombre entre las casi 400 víctimas homenajeadas. Unas víctimas «a las que les debíamos la verdad, la justicia y la reparación», apuntó el alcalde de Logroño, Pablo Hermoso de Mendoza, en su intervención, previa al minuto de silencio y la música de Aranoa con los que se ha cerrado el acto.

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