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«El verde que crece es verde que protege». El Ayuntamiento de Logroño plantará hasta 3.681 árboles de cinco especies autóctonas en dos parcelas municipales para seguir impulsando el tan traído y llevado 'escudo verde' consolidando así, en un plazo de 30 años, ... 4,4 nuevas hectáreas de masa forestal al este de la ciudad en el camino a La Grajera (una vez cruzada la circunvalación).
El Consistorio capitalino, para ello y según ha informado el concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga, ya ha aprobado la memoria de obras y de gestión forestal de los citados terrenos en el paraje conocido como Prado Paterna, ubicadas a la salida del barrio de El Arco, en dirección al parque de La Grajera y lindando con el Camino de Santiago (ver mapa adjunto).
El proyecto en cuestión, que se incluye en la iniciativa 'Red Española de Ciudades por el Clima' de la Federación Española de Municipios y Provincias, ya cuenta con el visto bueno para iniciar el expediente de contratación y, por tanto, la apertura del proceso de licitación, que contará con un gasto de 104.023,49 euros y un plazo de ejecución de unos dos meses. Las previsiones son que los 'plantones' comiencen a ser colocados entre febrero y marzo.
El proyecto tiene una vigencia de 30 años, ya que el Ayuntamiento se compromete, además de a la repoblación, a llevar a cabo los trabajos de conservación de la masa forestal creada durante todo este tiempo. La misma formará parte de un proyecto para la captación de CO2 en el marco de la inscripción de proyectos de absorción en el registro del Ministerio de Transición Ecológica.
Zúñiga, al respecto, ha indicado que «el objetivo de esta iniciativa es, por una parte, la recuperación protectora, paisajística y ambiental de estas dos parcelas, de 44.291 metros cuadrados, mediante la mejora de su cubierta vegetal y con la repoblación de cinco especies autóctonas, »como son 1.473 pinos (pinus halepensis), 920 ejemplares de taray (tamarix spp), 920 acebuches (olea europea, variedad sylvestris), 184 algarrobos (ceratonia siliqua) y 184 majuelos (crataegus mongyna)«.
«El proyecto también tiene la finalidad de convertirse en un sumidero de emisiones de gases de efecto invernadero, contribuyendo a la absorción de CO2 a la atmósfera y compensar así la huella de carbono municipal. Los árboles que se utilizarán en la plantación son de tamaño reducido, ya que el proyecto se plantea en un escenario a 30 años, a lo largo de los cuales se calcula que la repoblación planteada contribuirá a la absorción de unas 320 toneladas de CO2 procedentes de la atmósfera», ha explicado.
El proyecto también mejorará las 4,4 hectáreas de superficie de estas parcelas municipales, ya que se disminuirán los procesos erosivos, se generará un hábitat considerado capaz de albergar fauna autóctona y, además, «significará la creación de una nueva zona de recreo de gran riqueza natural para los habitantes de la ciudad», ha dicho. Antes de todo, en ese sentido, habrá que acondicionar el suelo limpiando y retirando los materiales de construcción que allí se acumulan.
Para la elección de las especies a utilizar en la repoblación de las parcelas, y según ha detallado el edil delegado del ramo, se han tenido en cuenta las características naturales del entorno, así como la vegetación potencial que ésta permite. Así, se han seleccionado las siguientes:
Pino carrasco
Conífera siempre verde de tamaño mediano que aguanta bien las temperaturas altas y la sequía. Se trata de una variedad que crece sobre suelos básicos, incluso en los yesíferos, capaz de prosperar en terrenos pobres y áridos.
Taray
Árbol muy ramificado desde abajo, con ramas muy finas y largas. Crece en cualquier tipo de suelo, también en los salinos. Son ejemplares muy rústicos y resistentes, capaces de crecer en terrenos pobres y degradados, que soporta la sequía y sequedad del ambiente. También aguanta fríos y heladas.
Acebuche
Arbusto o árbol pequeño, de hasta 10 metros de altura, espinoso, con hojas aovadas o lanceoladas, de tronco y porte irregular. Presenta cierta preferencia por suelos ricos básicos, aunque es indiferente al tipo de sustrato. También es una variedad que resiste la sequedad ambiental y del suelo, así como fríos moderados de hasta -5 grados.
Algarrobo
Árbol perennifolio que pocas veces supera los seis metros de altura, de copa amplia y densa en los ejemplares viejos. Estos ejemplares tienen corteza gris y lisa y se trata de una especie tolerante a la aridez y que es muy interesante desde el punto de vista ecológico, ya que sirve de refugio a diferentes aves y mamíferos.
Majuelo
Árbol caduco de entre 4 y 6 metros de altura, de porte esférico, con proyección máxima de copa de unos seis metros de diámetro. Su tronco no siempre es único, con la corteza marrón negruzca a pardo grisácea y con grietas longitudinales espiraladas. También tolera suelos calizos y salinos, además de soportar el pleno sol.
La densidad de plantación elegida para este proyecto es de 833 plantas por cada hectárea. El 40 % de la superficie total se repoblará con pinos, el 25 % con acebuches y otro 25 % con la especie taray. Un 5 % se dedicará a algarrobos, y el 5 % restante a majuelos.
Una vez realizada la plantación, se proyecta colocar en las parcelas carteles temáticos con estructura de madera para informar a la ciudadanía sobre el proyecto, así como sobre los objetivos que se persiguen.
Asimismo, una vez haya sido realizada la repoblación, se ha planteado un plan de gestión para las parcelas con el fin de registrarla como proyecto de absorción de CO2 del Ministerio de Transición Ecológica (MITECO) dentro de la tipología A (repoblaciones con cambio de uso de suelo, en este caso de pastizal a forestal).
Los objetivos de esta gestión son la persistencia de las masas forestales, la generación de beneficios ambientales y la obtención del máximo rendimiento en bienes y servicios hacia la sociedad, como la optimización de la captura de dióxido de carbono para mitigar los efectos del cambio climático, la mejora ambiental y paisajística con el cambio de uso del suelo, así como mejorar las propiedades del suelo a través de un control de los procesos erosivos y el aporte de materia orgánica.
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