Logroño, un nuevo escenario para el tradicional homenaje a Joxeba Pagazaurtundua

Ha cambiado el escenario, pero no el guión. La música de la banda Suburbano, esa que tanto le gustaba a Joxeba, ha servido de llamada al inicio del acto y de cierre tras los discursos. Justo antes de que su viuda, en nombre de la familia, un representante de la recién creada Mila Esker (asociación de ertzainas para homenajear a los compañeros víctimas de actos terroristas) y el alcalde de Logroño hayan depositado flores junto a la escultura de El Espolón.

La pandemia ha impedido que la familia y los amigos de 'Pagaza' volvieran a Andoain, donde cada año «ni la amenaza, ni la lluvia ni el frío nos detuvieron», ha recordado su hermana, la eurodiputada Maite Pagazaurtundua. Como ha impedido unirse al acto a su amigo el filósofo Fernando Savater que, sin embargo, ha querido estar presente. Su habitual discurso ha sido leído por Alain, el hijo mayor de Joseba. «Hacer política es imprescindible para reconstituir el frente constitucionalista», ha reivindicado en unas breves palabras en las que ha resaltado que de no ser «por la lucha valiente» de muchos como Joxeba las cosas serían peores, aunque ha advertido de que queda mucho por hacer». Y de llevarlo a cabo desde «la unidad» sin rencillas «entre quienes en lo fundamental estamos de acuerdo».

Más extensa ha sido la intervención de Maite Pagazaurtundua, que ha querido dejar claro que «no buscamos venganza sino reparación» y que ha resaltado como «lo más importante» la necesidad de «desincentivar nuevos ataques futuros a nuestra forma de convivencia». Porque aunque ETA dejó de matar, en la disolución «sólo se disculpó por unos pocos asesinatos».

La eurodiputada ha asegurado que siguen hablando públicamente «ahora que ETA no mata» porque «percibimos una regresión en la deslegitimación del terrorismo», que se evidencia cuando Otegi «manda cartas a quienes están cometiendo condena por estos crímenes» diciéndoles que se afilien a su partido, ya que, les dice, que «necesitan la fuerza y experiencia de los que cumplen condena por crímenes terribles».

La afirmación de la portavoz de EH Bildu en el Parlamento vasco, Maddalen Iriarte, sobre que el daño causado por ETA «está reconocido» y «si es injusto o no depende de cada relato», también han sido objeto de crítica de la hermana del homenajeado. A su juicio, existe «un fondo antidemocrático inaceptable» porque «si aceptamos o dejamos pasar que la injusticia del asesinato son relativas destruimos las bases de la política democrática».

«Para nuestra familia esto es una regresión porque están lanzando la legitimación del pasado violento. ETA, tras su disolución, se disculpó por unos pocos asesinatos pero no por la mayoría así que para ellos están bien asesinados». Y ha advertido a quienes responden que cuentan con un elevado número de votos que «las mayorías no limpian el pasado violento. Muestran el fondo antidemocrático al que no renuncian». Por ello, ha insistido en que «el número de apoyos electorales no significa que puedan blanquear el crimen o contaminen el espacio publico» porque «la memoria constitucional exige coherencia entre lo que se dice y se hace y que no reabran las heridas sin costes».