Secciones
Servicios
Destacamos
la rioja
Miércoles, 1 de noviembre 2017
La falta de vocaciones explica que Logroño y Guadix (Granada) sean las dos únicas localidades españolas cuyos cementerios acojan a Hermanos Fossores de la Misericordia, encargados de atender estos espacios, ha explicado a Efe el superior de esta orden en la capital riojana, Alberto Agustín.
Los Hermanos Fossores de la Misericordia, fundada en 1953, sobrevive con cuatro hermanos en Logroño y otros tantos en Guadix, que dedican su vida a enterrar a los muertos y rezar por los vivos, una tarea que compaginan con quehaceres de custodia del cementerio, administración, jardinería, cercanía y miradas de aliento en las despedidas, ha explicado Agustín.
Agustín, quien pertenece a esta orden religiosa desde hace 48 años, explica que "estamos aquí hasta que Dios quiera, por falta de vocaciones, y hay los que Dios quiere". Con estas palabras, Agustín razona cómo la vida de los hermanos de esta institución religiosa "está entregada a Dios y somos para él, además de colaborar con la congregación y a su mantenimiento".
A pesar de la edad de los hermanos, la mayoría supera los 65 años, Agustín asegura que se sienten "chavales", con "ánimo, paciencia, mucha paciencia y espíritu a cumplir la función que cumplimos y hacerla con amor y desde la vocación".
Recuerda que Fray José María de Jesús Crucificado, nombre que adoptó tras fundar la orden, fue quien en 1953 creyó que era necesario contar en el seno de la Iglesia con personas dedicadas a ayudar "a ser testigos de la resurrección y ayudar a las familias en un momento muy duro", según Agustín, quien, como sus otros dos compañeros de Logroño, no es sacerdote.
Su labor se centra en ejercitar específicamente la obra de la misericordia de enterrar a los muertos, rezando por los difuntos y por los vivos y se llaman fossores como herencia de los que llevaban ese nombre en la primitiva iglesia de las catacumbas.
Destaca también que mantienen contacto, fundamentalmente por teléfono, con los hermanos de la congregación que residen en el cementerio de Guadix, donde nació el instituto religioso de los fossores.
Poco a poco, creció y llegó a estar en los cementerios de Jerez de la Frontera (Cádiz), donde comenzó en 1959; Huelva (1962), Vitoria (1963), Pamplona (1965), Logroño (1966) y Felanitx (Islas Baleares) (1969), relata Agustín.
Hoy, festividad de Todos los Santos, los fossores de Logroño han comenzado la jornada litúrgica con una eucaristía a las 08:30 horas, media hora más tarde que la que se oficia a diario, cuando el capellán está disponible porque "somos hermanos, no sacerdotes", precisa Agustín.
El obispo de la Diócesis de Calahorra y La Calzada-Logroño, Carlos Escribano, ha oficiado otra eucaristía a las 11:00 horas en el camposanto de la capital riojana, donde a las 17:30 horas han concluido los actos litúrgicos con una nueva misa.
Con la excepción de ayer y hoy, en que los cementerios, en este caso el de Logroño, se llenan de personas que aprovechan esta fecha para llevar flores a sus seres queridos, subraya, Agustín, "habitualmente, no viene gente a los cementerios". También resalta que en los últimos años aprecian un crecimiento en las incineraciones en el cementerio de Logroño frente a los enterramientos.
En este contexto y, según datos facilitados por el Ayuntamiento de Logroño, los tres cementerios municipales registraron en el último año, del 18 de octubre de 2016 al 17 de octubre de 2017, un total de 363 inhumaciones de cadáveres y 1.201 incineraciones.
De 363 inhumaciones contabilizadas, 352 se produjeron en el cementerio de Logroño, ocho en el del bario de Varea y tres en el del Cortijo.
Las incineraciones de cadáveres durante el mismo período fueron 1.201, un 6,75% más que en el año anterior, en el que se registraron 1.125.
Además, desde octubre del año pasado, se han realizado un total de 475 movimientos de restos sin incinerar, frente a los 551 del mismo periodo del año anterior.
El número de inhumaciones de cenizas ha alcanzado, durante el último año, 366, más 78 incineraciones de restos procedentes de otra sepultura.
Hace tres años, el Ayuntamiento de Logroño puso en funcionamiento cuatro nuevos espacios de enterramientos cinerarios en el cementerio municipal, con el fin de dar respuesta a las necesidades de los ciudadanos.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.