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Más barata que Burgos, que Vitoria, que Santander y que Pamplona. Y así seguirá siendo pese a su revisión, que conllevará subidas más allá ... del IPC. Logroño, como lo ha venido haciendo hasta la fecha, mantendrá la tasa de terrazas más baja de las ciudades de su entorno. Al menos de las capitales de provincia tenidas en cuenta por la Tesorería y Dirección de Gestión Tributaria del Ayuntamiento en su «análisis comparado» con la situación que reflejan al respecto en sus distintas ordenanzas fiscales para el presente ejercicio.
Tal estudio se considera «pertinente» en el informe técnico-económico que concluye con la propuesta presentada y ya aprobada por parte del Pleno –con el único voto a favor del PP, además–, donde se justifica la modificación de la oficialmente «ordenanza fiscal reguladora de la tasa por ocupación de terrenos de dominio y uso público local con terrazas de veladores y otros elementos complementarios».
Centro Histórico
24,70 € por metro cuadrado al año.
Resto de la ciudad
Calles de primera categoría fiscal
24,70 € por metro cuadrado al año.
Calles de segunda categoría fiscal
21,24 € por metro cuadrado al año.
Calles de tercera categoría fiscal
18,28 € por metro cuadrado al año.
Calles de cuarta categoría fiscal
15,32 € por metro cuadrado al año.
Calles de quinta categoría fiscal
12,35 € por metro cuadrado al año.
Una revisión «pendiente desde hace años» e impulsada por el actual gobierno local que, en cualquier caso, seguirá con Logroño como la ciudad del entorno con los precios más económicos para que la hostelería saque a la calle mesas y sillas aprovechando un espacio que es de todos. Y ello con unos datos «convertidos a unidades homogéneas para permitir su comparabilidad» –cada municipio tiene su propio sistema tarifario– que este 2024, año de referencia para el informe, sitúa los valores de la tarifa mínima, media y máxima de la capital de La Rioja muy por debajo de los de Burgos, Vitoria, Santander y Pamplona –como puede verse en la tabla adjunta–.
Así, en cuanto a tarifas mínimas, los 8,8 euros por cada metro cuadrado de superficie ocupada al año en las calles de quinta categoría (según el actual índice fiscal) de Logroño, quedan lejos de los 14,4 de Burgos y Vitoria y todavía mucho más de los 22,1 de Santander y de los 33,1 de Pamplona.
Algo similar a lo que sucede respecto a las máximas, situándose los 21,5 euros por cada metro cuadrado de las calles de primera categoría (justo con las que se equiparará el centro histórico a partir del año que viene) a notable distancia de los 28,8 de Burgos, de los 37,1 de Vitoria, de los 39,3 de Santander y de los 59,6 de Pamplona.
De la misma manera, las tarifas medias presentan diferencias igual de acusadas, con los 14,4 euros/metro cuadrado anuales de la capital de La Rioja como impuesto más bajo respecto a los 21,6 de Burgos, los 26,3 de Vitoria, los 31,1 de Santander y los 45,9 de Pamplona.
Para más inri, y lo que no pone de manifiesto el informe oficial, además, es que tales valores, pese a la revisión logroñesa de cara al próximo ejercicio, seguirán siendo más bajos que los de los citados lugares, y ello sin tener en cuenta posibles actualizaciones también en las ciudades del entorno objeto de comparativa: pues los 19,43 euros por metro cuadrado al año que resultan de media tras las subidas continúan siendo, pese a la polémica originada en el sector, los más ventajosos (con valores que irán de un mínimo de 12,35 euros en una calle de quinta categoría fiscal a los 24,70 –justo el doble– en una de primera y, a partir de ahora, en todo el centro histórico).
Tal incremento responde a un cambio de las normas a la hora de tributar, en el que se ha tenido en cuenta «el valor que tendría en el mercado la utilidad derivada de la utilización privativa o el aprovechamiento especial del, en este caso, suelo, de no ser un bien de dominio público». Dicho de otro modo, según «el valor de mercado de la utilidad derivada» –teniendo en cuenta como variables el valor del metro cuadrado, la intensidad de uso y la localización–, si bien finalmente se ha fijado «un incremento que permita ir actualizando la tasa de forma progresiva» (pues con los cálculos iniciales se hubiesen duplicado las actuales tasas «para la mayoría»).
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Y todo ello sin olvidar que el último estudio que sirvió de base para la actualización de tarifas se realizó para las ordenanzas fiscales de 2011, «lo que sirvió para incrementar un 2%». Con posterioridad, según el actual informe, se han realizado hasta tres actualizaciones basadas en el IPC, en 2013, 2014 y 2020 y que no requieren del mismo ni económica ni técnicamente. Por eso ahora, amén de lo primero, también se afronta lo segundo con una nueva zonificación a utilizar... con el foco puesto en el casco antiguo.
Hasta ahora todos los establecimientos hosteleros con terrazas en Logroño, sin distinción, vienen abonando la correspondiente tasa en función de la categoría fiscal de su calle, que va de la primera a la quinta; dándose la circunstancia de que algunas calles del centro histórico, de quinta y de cuarta, eran de las que menos pagaban pese a ser de «la zona de más influencia turística y cultural», lo que ahora se corregirá al equipararlas con las de primera.
En la actualidad, y según los datos del padrón de este mismo año, en la ciudad existen un total de 563 terrazas, las que ocupan un total de 19.048,12 metros cuadrados (con las ubicadas en las calles de las tres primeras categorías a la cabeza). De la misma manera, casi el 90% de la superficie ocupada corresponde a la tarifa ordinaria, y a apenas un 8% se le aplica el coeficiente incrementado por el cerramiento estable.
Así, si hasta ahora las tarifas se incrementaban en un 50% el metro cuadrado cuando la terraza o parte de ella se instalase en soportales, un 40% cuando lo hiciese con cerramiento estable y un 15% cuando dispusiese de toldo plegable anclado al pavimento (amén de en un 15% cuando el sujeto pasivo obtuviese autorización de apilado de los elementos de la terraza), a partir del año que viene y con la nueva ordenanza se simplificará todo dejándolo en un coeficiente de aumento del 1,4 para los soportales y cerramientos manteniendo el 1,15 en cuanto a toldos (y también el 1,15 respecto al apilado).
La nueva tasa eleva la tarifa única por «cada barrica, mesa alta y otros elementos autorizados complementarios o auxiliares de la actividad» a 36,56 euros desde los 27,49 actuales. Con todo, con los datos del estudio técnico-económico que acompaña al expediente, el incremento previsible de la recaudación se cifra en torno a los 100.000 euros –hasta los 431.688,29 euros–, si bien se estima, más que nada «por un principio de prudencia», una disminución en cuanto a los metros cuadrados ocupados «que pudiera derivarse del propio impacto de la norma, y que ciframos en un 5% de la actual».
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