Logroño licita los servicios para la gestión de la estación de autobuses, último contrato para su apertura

Según detalló Kilian Cruz-Dunne, el contrato en cuestión incluye prestaciones 'clave' para la puesta en servicio de la infraestructura tales como la gestión del servicio público de líneas regulares de transporte de viajeros, así como de vehículos de servicio discrecional, «de acuerdo a lo establecido en el reglamento de régimen interior» en palabras del portavoz del equipo de Gobierno municipal.

Además, el mismo también se ocupará de la gestión y explotación de las zonas comunes del edificio ubicado frente a la estación de trenes, de la gestión y explotación de los posibles servicios complementarios, y de la explotación publicitaria de la estación en sí. El valor estimado del contrato asciende a la cantidad de 2,096 millones de euros (sin IVA) e implica un canon (al alza) que ha de abonar el futuro adjudicatario con un importe anual de 24.780,57 euros.

Cruz-Dunne, pese a decir que se siguen «dando todos los pasos» para abrir la nueva estación «con todas las garantías» y «a la mayor celeridad», evitó concretar plazos. «Vamos a ir sumando procesos y adjudicaciones para abrir lo antes posible una estación que, recordemos, se nos entregó con parálisis y defectos, y que hemos tenido que ir adecuando en estos tres años de mandato para poder ponerla a disposición de la ciudadanía de Logroño», concluyó.

Al respecto, el propio alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, a preguntas de los periodistas a finales de junio, precisó que «poco a poco vamos a ir viendo cómo se va a ir dando forma a la entrada y salida de vehículos», si bien situó su próxima apertura «para finales de este año o principios del que viene, una vez solucionados los problemas de seguridad y accesibilidad».

En este sentido, recordó que las obras de la subestación de Cascajos «ni impiden ni dificultan ni condicionan» para nada dicha apertura, pues a la misma se le dará servicio desde la calzada de la calle Miguel Delibes más cercana a la estación –con un carril por sentido–, a la espera de que la calzada restante –con otros dos carriles– se ejecute una vez que se liberen los terrenos correspondientes tras acabar el soterramiento de la instalación eléctrica.

Desde el PP, por su parte, no han sido pocas las veces durante los últimos meses en que han expresado sus temores de que la terminal de autobuses no abra este año. El principal partido de la oposición sospecha que el final de las obras del nudo de Vara de Rey se retrase, de la misma manera que les preocupa –y no es la primera vez que lo denuncian– que la 'intermodal' tampoco no se abra hasta entonces. Algo más grave aún si, tal y como repiten, ambos proyectos deberían estar ya en uso de haber seguido con los planes de la anterior Corporación.