Un San Bernabé atípico otra vez, sí, sin procesión ni banderazos como tal, sin reparto del pez, del pan y del vino... Un San Bernabé anómalo, que también, aunque con acto institucional para honrar al patrón y celebrar la resistencia logroñesa «con mucha dignidad» así ... a los franceses como al coronavirus.
Hoy, 500 años después, tocaba conmemorar. De la manera que fuese dadas las circunstancias. Y el Ayuntamiento ha elegido hacerlo en la plaza donde se emplaza el edificio de Moneo, justo al mediodía, donde dos centenares largos de invitados y con el sol como testigo ha tenido lugar la entrega de las insignias de San Bernabé.
Urbano Espinosa, Timoteo Martínez 'Teo' y la pareja formada por José Cortés y Marina Isabel Gago han dado ejemplo de 'logroñesismo'. El catedrático de Historia Antigua de la UR, el fotógrafo local y los propietarios del café Bretón (cuyas semblanzas han corrido a cargo de Carlos Rojo, Jesús Rocandio y Luis Martínez, respectivamente) han sido los galardonados por San Bernabé 2021 ('premios' que han vuelto tras su suspensión en 2020 por la pandemia).
Los cuatro distinguidos logroñeses, ya sea de nacimiento o de adopción, han coincidido en su agradecimiento al municipio que les ha otorgado tal distinción. Y ello, además, en una fecha tan señalada. Que las fiestas patronales de Logroño hayan sido aplazadas por segundo año consecutivo como consecuencia de la COVID-19, no ha impedido que haya habido música.
Y es que, durante el acto, el guitarrista Pablo Sáinz Villegas ha interpretado varias piezas musicales (aperitivo del concierto que ofrecerá, además, en el teatro Bretón ya por la tarde). Lo ha hecho antes y después del discurso del alcalde, Pablo Hermoso de Mendoza, quien ha sentenciado que «esta ciudad ha resistido con mucha dignidad, con mucha dignidad». «Lo creo de veras», ha apostillado.
«En este 2021 se cumplen 500 años del asedio a nuestra querida ciudad de Logroño. En esta tierra fértil y apacible regada por el Ebro y el Iregua, aquellos ciudadanos no se rindieron, ni doblegaron, no cedieron ante el cerco de las tropas francesas. Pelearon por su ciudad y por su libertad. Una identidad fue forjándose sobre un ejercicio de resistencia. Logroño se convirtió en una ciudad apreciada y apreciable y comenzó a crecer, se ganó el respeto real. Avanzó», ha dicho el alcalde.
A lo que Pablo Hermoso de Mendoza ha añadido: «500 años después, en este V Centenario que conmemoramos, también estamos viviendo un tiempo que nos obliga a resistir. No tenemos todavía perspectiva y solemos hacernos daño, mucho daño (este alma española tan severa y tan dura para con nosotros mismos, siempre fustigándonos y criticándonos sin piedad, siempre minusvalorándonos). He de deciros que no somos menos que nadie, ni lo hacemos peor que otros. No lo creo».
«En este quinto centenario celebramos una historia que nos une. Creo que solo seremos capaces de seguir creciendo si nos comprometemos a hacerlo juntos (...) Logroñeses y logroñesas, a las cosas: a trabajar, a estudiar, a crear, a crecer, a cuidar, volvamos a recuperar nuestras vidas, sigamos recibiendo al foráneo, al peregrino, con la hospitalidad que nos caracteriza, sigamos preocupándonos por quien está cerca. Ya nos queda menos», ha proseguido.
Para concluir diciendo: «Hemos resistido como hace quinientos años. Volvamos a vivir con intensidad, volvamos a caminar erguidos y confiados una vez más, por los que vienen y vendrán».
Hermoso, por último, ha querido cumplir en la medida de lo posible con la tradición de los banderazos. No con tres, por razones obvias, pero sí con uno... solo uno. El primero de su mandato. En presencia de las autoridades locales y regionales, con la presidenta de La Rioja, Concha Andreu, a la cabeza. En conmemoración del V Centenario del Sitio de Logroño. Nuestro Logroño... el de todos.