Logroño estudia cómo consolidar las terrazas en aparcamientos

Desde el equipo de Gobierno, tal y como adelantó Diario LARIOJA el pasado junio, se daba por hecho que tarde o temprano habría que atajar la flexibilidad que hasta ahora se ha permitido respecto a la ampliación de la superficie. Y ese momento, a puertas de la tan traída y llevada nueva normalidad, se antoja cerca.

La vuelta a la ordenanza original dejando sin efecto la adaptación de la misma –vía resolución de Alcaldía– por el COVID-19 supondrá reducir algunos de los espacios ocupados actualmente por mesas y sillas, sí, pero también significará que estas vuelvan a las aceras como en marzo de 2020.

Y es ahí donde el Consistorio capitalino, como ya han hecho otras ciudades, se muestra favorable a consolidar las terrazas en las bandas de aparcamiento a fin de dejar las zonas de tránsito peatonal despejadas como el último año. La Administración local busca la fórmula normativa para ello y confía en aprovechar el período transitorio –de entre uno y dos meses cuando se oficialice– para regularizar la situación.

«No se puede restablecer todo de un día para otro, y hay que tener en cuenta que dependerá de la evolución de la pandemia, que es un asunto sanitario, pues para que las terrazas se mantengan en la calzada una vez finalizadas las restricciones hay que modificar la ordenanza», precisa el concejal de Desarrollo Urbano Sostenible, Jaime Caballero, quien espera encontrar soluciones provisionales –al menos en algunos casos– hasta concretar tal cambio en la normativa.

El Ayuntamiento, dentro de su regulación momentánea aprobada en mayo de 2020 para la instalación de veladores durante las fases del desconfinamiento, abrió la posibilidad de que las terrazas situadas en aceras que no puedan dejar un paso libre de 3,5 metros se sirviesen de parte de la calzada hasta entonces destinada al tráfico rodado para cumplir la 'instrucción' y retomar la actividad tras el coronavirus.

Hoy, el equipo de Gobierno valora positivamente ese reparto del espacio y, por ello, cree que es uno de los cambios introducidos entonces dada la situación de emergencia sanitaria que deberían quedarse con o sin pandemia. La idea, así, es que las terrazas que ya lo han hecho bajen para siempre de la acera a la calzada. El problema es el modo.

La modificación de la ordenanza reguladora de la instalación de quioscos y terrazas de la ciudad es una de las que se incluyen en el Plan Normativo recién aprobado por el Pleno para 2022, pero a nadie se le escapa de que un cambio de tal calado no será fácil... ni mucho menos rápido.

«Queremos hacerlo, pero no tenemos claro cómo y de ahí que se estén estudiando las posibilidades para encajarlo dentro de la normativa. Se trata de una cuestión técnica y jurídica teniendo claro, eso sí, que la marcha de la situación nos hace prever que para 2022 se podría recuperar lo de antes y eso quiere decir que con la ordenanza actual no le podrás obligar a nadie a dejar la terraza en la banda de aparcamiento si su acera mide 3,5 metros y deja un paso de dos que es lo que se establece», precisa Caballero.

Y todo ello teniendo en cuenta que, incluso cuando La Rioja abandone el nivel 1 del semáforo de medidas anti-COVID e ingrese en la 'nueva normalidad' del nivel 0, habrá que esperar a las instrucciones de las autoridades sanitarias pues es la distancia mínima la que marcará la vuelta o no a la ordenanza –y de momento los 1,5 metros siguen vigentes–.

«Se está viendo si existen mecanismos para que las terrazas puedan dejar libres las aceras, quizás dependiendo de cada caso», concluye Caballero, quien adelanta que aún no hay nada decidido más allá de que, de aprobarse, todas deberán dotarse de cierta uniformidad con elementos que provean al conjunto de un aspecto más ornamental que el ahora permitido –'parklet' o tarimas para extender el espacio público para el peatón en detrimento del coche–.