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Buzón cilíndrico, el más común, los amarillos de toda la vida (en la imagen, el de la plaza Diversidad). SONIA TERCERO
Logroño aún tiene quien le escriba

Logroño aún tiene quien le escriba

La capital mantiene una red de puntos de admisión de correspondencia estable con un buzón por cada 2.700 habitantes, y aunque su uso va a menos no faltan las demandas

Javier Campos

Logroño

Domingo, 6 de noviembre 2022, 01:00

¿Recuerdan cuándo fue la última vez que escribieron una carta? No se preocupen, yo tampoco. Pero lo cierto es que, en caso de hacerlo, no sería complicado encontrar un buzón donde echarla, aunque siempre hay excepciones. Logroño, como tantas otras capitales de provincia de su tamaño, cuenta desde hace años con una red estable en sus diferentes tipos, ya sean cilíndricos (el amarillo tradicional de toda la vida), murales o bocas (entre las que se encuentran las míticas cabezas de león), es decir, mantiene por lo general los mismos puntos de admisión de correspondencia en el tiempo. Así lo explica Correos, que da cuenta de que se envían menos cartas, sí, pero los buzones son prácticamente los ya conocidos.

Los que cambian, en contadas ocasiones, se convierten en noticia. Y ahí están el desaparecido en la plaza del Mercado, en pleno Centro Histórico, el último retirado en 2019 tras no contar con el permiso correspondiente para acceder al mismo en vehículo fuera del horario de carga y descarga; o el que más o menos desde esa fecha vienen reclamando en el barrio de Valdegastea, en una de las nuevas zonas de la periferia.

Ya entonces, desde Correos se aclaró que la entidad como tal no quiere prescindir de ningún buzón salvo por causa de fuerza mayor y que, en cualquier caso, pese a alguna retirada puntual, los logroñeses disponen de una extensa red de buzones operativos y accesibles. De hecho, la capital de La Rioja dispone de un buzón por cada 2.700 habitantes, por debajo de la media habida cuenta de que cualquier municipio debe tener el suyo independientemente de su tamaño ajustándose a lo que marca la ley.

Las obligaciones de Correos, como prestador del servicio postal universal, vienen contempladas en la Resolución de 15 de junio de 2021, de la Secretaría General Técnica, por la que se publica el Acuerdo del Consejo de Ministros de 1 de junio de 2021, «por el que se aprueba el plan de prestación» del mismo.

Así, en ella se precisa que los buzones se instalarán en lugares visibles, en zonas de elevado tránsito y de fácil acceso para los usuarios. La extensión de la red de puntos de admisión deberá tener en cuenta criterios tales como que todos los municipios, cualquiera que sea su número de habitantes, tendrán al menos uno; y que todos los municipios superiores a 3.500 habitantes tendrán un buzón adicional por cada tramo de 3.500 habitantes, excepto en el caso de que existan buzones suficientes como para que la distancia entre el domicilio de cada ciudadano y el buzón de admisión más próximo no exceda de un kilómetro. Eso sí, en los núcleos de población cuyo número de habitantes sea superior a 500 la distancia máxima que puede existir entre el domicilio de cada ciudadano y el buzón de admisión más próximo no podrá exceder de 1,5 kilómetros.

Buzón mural, habitual en entornos rurales (en la imagen, el de la oficina de Autonomía de La Rioja). En el círculo, buzón de boca, en este caso el mítico de león (colocado en la oficina de Once de Junio). S. TERCERO

«La red de buzones de Correos garantiza a los ciudadanos el derecho de acceso a las comunicaciones postales en todo el territorio», asegura la sociedad en cuestión. Logroño, según datos facilitados a este periódico, cuenta con un total de 55: 47 cilíndricos, cinco murales y tres de boca. Todos, además, pueden consultarse tanto en la app oficial de Correos como en el buscador de su página web.

«Cada día continúan depositándose miles de cartas en esta red, lo que mantiene la vigencia de la comunicación por correspondencia, aunque su utilización ha ido decreciendo en los últimos años por la proliferación de otros sistemas de comunicación, consecuencia de Internet», constatan desde la empresa pública para añadir que los buzones más utilizados o que «más cargan», según el argot profesional, son los ubicados en zonas de actividad comercial y profesional.

Al respecto, y sin concretar más, desde Correos se destaca que más del 99% de los envíos tienen destino estatal, los internacionales solo representan el 0,5% del total, y el 40% van dirigidos a receptores ubicados en el mismo territorio de La Rioja. Sobre el sistema de recogida, explicar que se lleva a cabo de forma diaria (laborables), «bien a través de rutas específicas en la capital o a través de los carteros en la provincia que en su reparto tienen asignada la recogida de los buzones de su zona».

La ciudad cuenta con una red de un total de 55 buzones: 47 cilíndricos, cinco murales y tres de boca (o de pared)

A los buzones de uso público se suman los denominados buzones «de alcance» (hasta 55) –de uso exclusivamente profesional, ahora azules y antes verde– y, en los últimos años, otra nueva red de buzones: los terminales Citypaq –concebidos para facilitar la recogida o envío de paquetería sin restricciones horarias–. Actualmente, en Logroño se cuenta con 21 terminales para enviar o recoger paquetes que suman 198 casilleros.

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