La licitación de la parcela de 3.000 metros cuadrados para uso comercial en El Campillo queda desierta

El primero sacaba a la venta una parcela de suelo comercial de 3.000 metros cuadrados, la única disponible para este uso en la zona, con frente a las calles San Ignacio de Loyola y Ana María Matute. La licitación, que partía con un precio de 1.409.760 euros más 296.050 de IVA, ha quedado desierta. No ha habido ofertas de interesados. Así que la superficie comercial, de momento, tendrá que esperar.

Este suelo había vuelto al patrimonio municipal en 2014 como parte de los 10.800 metros cuadrados que el Consistorio había vendido en 2006 a Constructora Herreña Fronpeca para una residencia de mayores de 149 plazas, un centenar de apartamentos tutelados y un centro comercial para los que no llegó a moverse un ladrillo.

Pero el segundo concurso, este de suelo dotacional, no ha terminado de la misma manera. En este caso, se trata de un solar entre la avenida de la Sonsierra y la calle Juan José D'Elhuyar, de 3.453 metros cuadrados, cuyo uso inicial era el escolar, pero al que en 2021 también se le añadieron los usos sanitario asistencial -tipo residencia de mayores- y cultural para completar la dotación sanitario asistencial del barrio, con espacios socioculturales que puedan destinarse a diferentes actividades para los vecinos, se argumentaba entonces.

Sí, esta finca forma parte de la de 11.650 metros cuadrados que se habían guardado para centro escolar, pero que, dado que no parecía que este uso fuera a ejercerse a corto plazo, se le añadieron otras posibilidades.

En el concurso convocado ahora se ha registrado la propuesta de una firma interesada, Endless Project SL, cuyo contenido concreto aún se encuentran estudiando los técnicos municipales y, por tanto, aún no se ha producido adjudicación. Entre las condiciones que estipulaba el Ayuntamiento, figuraba un canon de 28.000 euros por 75 años de concesión. En total, 1.770.000 euros.

En los últimos días se ha sabido, además, por la publicación en el BOR de una resolución de la Consejería de Salud al respecto, de la posibilidad de que el barrio cuente con su primera farmacia, lo mismo que Los Lirios y Valdegastea, aunque en este último caso hay una en la calle Holanda, en el límite con la zona determinada como parque de Los Enamorados-San Lázaro. Se trata, en los tres casos, de barrios emergentes. De hecho, la zona norte en la que se integra El Campillo supera ya los 6.000 vecinos, Valdegastea tiene 4.200 y, Los Lirios, 2.700.